lunes, 29 de junio de 2009

Grondona empuja y Maradona soporta

Tras la renuncia de Alfio Basile a un proceso fallido, la Selección necesitaba para su conducción un golpe de efecto. El nombre que se imponía era el de Carlos Bianchi, pero los enconos personales entre el Virrey y Julio Grondona, presidente y voz única de la AFA, echaron por tierra esa posibilidad. Entonces el hombre del poncho buscó refugio en el mito, en el máximo talento de la historia del fútbol mundial, en el apellido con el magnetismo sin igual, y así Diego Armando Maradona cumplió su anhelo de ser el entrenador del elenco nacional. Pero la elección fue maquiavélica; tenía más que ver con el cálculo que con la convicción deportiva.

Por eso, desde el momento en que fue nombrado, la AFA, es decir Grondona, se ocupó de ponerle piedras en el camino, dificultando su trabajo y así las posibilidades de progreso del equipo. Repasar y detenerse en una serie de hechos puntuales expone la mezquina conducta de la entidad rectora del fútbol argentino al atentar contra su propio técnico.

Desde la génesis quedó en evidencia la falta de confianza en Maradona al colocar a Carlos Bilardo como manager, buscándose un reaseguro; aunque esto no supuso nunca un problema, ya que la lealtad del Narigón hacia Diego es incuestionable. Pero sí fue una cuña el nombramiento de Humberto Grondona, hijo de Don Julio, como Subsecretario de Selecciones Nacionales, quien tras la resonante derrota ante Bolivia, en La Paz, cuestionó públicamente al DT. En el mismo sentido, no haberle permitido armar su cuerpo de trabajo tal cual era su requisitoria, vedándole a Oscar Ruggeri, también fue una inentendible e inédita postura de la AFA en su contra, para la cual Grondona se escudó en Rafael Savino, presidente de San Lorenzo y hombre sumiso a cualquier pedido del Pope, que teatralizó una amenaza de renuncia a su cargo en el Comité Ejecutivo si prosperaba la contratación del Cabezón.

Más tarde se produjeron muchas idas y vueltas con la firma de su contrato, el cual se rubricó recién la pasada semana, pese a que fue nombrado en su cargo hace más de siete meses. Y se trata de un vínculo al menos controversial, ya que se supo que la AFA sólo pagará una mitad de su sueldo, mientras que la otra correrá por cuenta de la empresa Santa Mónica, antes denominada Puntogol. Las tercerizaciones de la AFA, con Renova para la organización de amistosos en todo el mundo y con Santa Mónica para la concreción de los mismos en el territorio nacional y el pago al cuerpo técnico, evidencian la incapacidad –en el mejor de los casos- de los dirigentes de Viamonte 1366, ya que no son capaces administrar un producto que se vende solo, como lo es la Selección. La nota elaborada por el periodista Pablo Vignone y publicada en el diario Página 12, titulada “Diego les salió una bicoca”, presenta una muy interesante lectura sobre el vínculo contractual del técnico.

Pocos días atrás, debió soportar las insultantes cartas de José María Aguilar, titular de River, vicepresidente de la AFA y tropa de Grondona. En una se exigía un pedido público de disculpas por entender como una ofensa del seleccionador nacional al club de Núñez una verdad irrefutable como lo fue la mención del mal estado del campo de juego del Monumental. En la otra, con bajeza extrema, pidió un examen psicofísico para Maradona y reclamó detalles de sus ingresos. En lo que hace al examen de salud física y mental, Diego aseguró que no tenía ningún problema en realizarse dicho chequeo, siempre y cuando Aguilar también se lo hiciese, pero el titular riverplantese hizo silencio y no recogió el guante. Es imposible imaginar que Grondona desconociera la maniobra de Aguilar, ya que nadie en la AFA toma una determinación así sin consultarlo previamente y recibir su venia después. La conocía, la avaló y le dio la razón públicamente al acceder al pedido de disculpas solicitado, desestimando nuevamente la posición del técnico.

El hasta ahora último eslabón de esta cadena tiene que ver con la operatoria para que Juan Román Riquelme vuelva a vestir la celeste y blanca. Pese a su inentendible segunda renuncia al Seleccionado y la consecuente ruptura en su relación con Maradona, Grondona hizo público su deseo de que el número 10 xeneixe retorne al conjunto nacional. Incluso más: asegura en los pasillos de la AFA, entre sus aduladores, que JR será parte del plantel argentino en el Mundial de Sudáfrica. Para concretar el regreso, el mandamás designó a Enrique Merelas, vitalicio presidente de El Porvenir y hombre de su máxima confianza, quien en días recientes también criticó duramente y con desatino a Maradona, para que establezca el primer acercamiento con el futbolista y así poner en marcha el operativo para su vuelta a la Selección. Por su parte, Riquelme, como siempre, dejó su mensaje al respecto cuando recientemente brindó una conferencia de prensa en la cual reconoció que siente una gran estima por Grondona y le agradeció mucho todo lo que hizo para su regreso a Boca desde el Villlarreal, al revelar que si no fuera por el vicepresidente segundo del mundo su vuelta hubiese sido imposible. Reveló así una gestión que recién ahora se conoce y que deja el misterio de saber cuál fue el rol del dirigente en ese pase.

Con todo esto, sin dudas, Grondona apuesta al desgaste de modo tal que Maradona se harte y pegue el portazo. Si Diego renuncia a su cargo, será en un acto de integridad, uno de esos pasos al costado que bien valen ser elogiados. Si, en cambio, por su visceral amor a la camiseta argentina decide seguir adelante pese a todos los impedimentos y contra todos los que deberían ayudarlo en lugar de perjudicarlo, también será valorable, ya que buscará continuar haciendo su trabajo lo mejor posible pese al boicot interno. Yéndose o quedándose, lo que no cambiará es la miserable actitud que la AFA.
(Foto: El popular.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

5 comentarios:

Fernando Salceda dijo...

Lo hemos hablado varias veces: aunque sé claramente de qué lado ponerme, esta es una historia sin inocentes.
Todo lo que decís de Grondona no admite discusión. Recurrió a Diego sólo para que absorbiera presión (Diego no reúne -al menos todavía-condiciones de conducir a la Selección) y ahora quiere empujarlo de la peor manera posible.
Pero nadie en el fútbol argentino conoce a Grondona como el mismo Diego y el optó por trabajar con él a pesar de eso. ¿Se le iba a ir la chance de su vida si no lo hacía? No creo, Diego es joven.
Entre sus defectos más notorios está el de mostrarse como el supremo, desoyendo a gente que sabe y que ha demostrado mucho más que él desde fuera de la línea de cal.
No basta con la chapa de haber sido el mejor jugando para dirigir. Hace falta muchísimo más que Diego, al menos hasta el momento, demuestra no tener.

Un abrazo.

Speranza dijo...

Gran recopilación de los agravios surgidos desde Viamonte. ¿Qué se espera de Maradona? Obviamente que renuncie, dejandole a Grondona la posibilidad de elegir un DT a su gusto, ya sin la presión que absorvió el 10. ¿Qué pasa si se queda? Sabrá el destino brindarnos otra epopeya maradoniana de la lucha cuesta arriba hasta el más alto de los triunfos o nuevamente veremos como triunfa la dictadura de quienes manejan el poder de la AFA. Esto último se plasma con un sólo hecho: la vuelta de JRR.

javier dijo...

me parece que lo más grave de todo es que grondona y cia. ven que maradona no está a la altura del cargo que ocupa y por eso declaran, discuten, imponen. que se hable sobre la capacidad para ocupar un cargo es lo peor que le pueden decir a alguien, porque no se discute su desempeño, sus métodos, sus estrategias, sino si realemente está apto para estar en ese lugar. de eso es difícil volver

Fernando Salceda dijo...

En este caso podría no ser tan así, Javier. Es obvio que a Diego le queda grande el cargo, pero es joven para esa profesión y tiene muchísimo para aprender, siempre y cuando se disponga decididamente a hacerlo.
Su error fue en ceder a la tentación a la que lo expuso Grondona ofreciéndole el cargo en el medio de un ciclo fallido, obligándolo a tener que entregar respuestas inmediatamente. De esa forma le hizo un doble favor a los de Viamonte: absorber la presión generada por la pobre etapa de Basile y socavar su propio prestigio entregándoselo a Grondona y sus cómplices, a quienes, repito, Diego conocía como casi nadie.

Un abrazo.

javier dijo...

de gorndona ya no sorprende nada y menos que ya se haya arrepentido de haber designado a maradona. lo que sorprende es que sus laderos lo digan púlicamente, porque despretigian al técnico y se desprestigian ellos mismos, si es que algo de prestigio les queda.
patricio: gracias por los comentarios y los elogios, yo también te agregué entre mis blogs recomendados