miércoles, 29 de octubre de 2008

El inicio de una era: Maradona será el DT y Bilardo estará como manager

La máxima gloria de la historia del fútbol argentino regresa al seleccionado y eso, por su propio peso, es para celebrar. Diego Armando Maradona se dará el gusto de dirigir al conjunto nacional. Sin dudas, se trata de un reconocimiento merecido a quien hace rato pedía la oportunidad de conducir tácticamente al equipo que como jugador le entregó más que nadie. El nombramiento llega en un momento en el cual se lo ve íntegro y habiendo dejado atrás los problemas personales que comprometieron su salud. Lo merecía como nadie y la ilusión es inmensa por todo lo que el protagonista significa y representa. El barrilete cósmico toma vuelo nuevamente.

Llega a la dirección técnica un mito viviente, un hombre que, al margen de ser seguramente la personalidad más conocida del mundo entero, es admirado y respetado hasta el paroxismo por los futbolistas argentinos. Llega quien genera y moviliza como nadie. Llega alguien que por sí sólo incrementará el propio peso de Argentina en el Planeta Fútbol. Llega la más poderosa motivación para el plantel albiceleste. Llega quien defendió la camiseta argentina dejando hasta el último aliento, sin guardarse nada jamás, pese a su juego incomparable y ser objeto de una idolatría extrema.

Su conocimiento del juego difícilmente pueda ser puesto en discusión y comprobada es su visión para detectar las buenas capacidades de los futbolistas. De esto se desprende que no tendrá mayores inconvenientes en parar un equipo con los intérpretes apropiados para ejecutar la táctica y estrategia elegidas. Cierto es que su experiencia como entrenador es mínima. Entonces, habrá que ver cómo trabajará en los entrenamientos para materializar sus ideas y de qué modo llevará adelante la planificación general que implica la conducción del seleccionado. Pero todo esto bien podría ser compensado con otra vuelta de mucho peso, la de Carlos Salvador Bilardo, el técnico más importante de la historia del seleccionado a partir del título de 1986 y el subcampeonato de 1990, quien será el manager. Es cierto que desde el Mundial de Italia ha dirigido poco y salteado, pero su capacidad y dedicación están certificadas. Todavía no se sabe si realizará trabajos de campo o si solamente se limitará al secretariado técnico, capitalizando sus muy buenas relaciones con muchos de los máximos dirigentes del fútbol mundial. El resto del cuerpo técnico (que todavía no está definido íntegramente) estará conformado por otros ex futbolistas de la era Bilardo.

Cuando según las propias palabras del presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Julio Grondona, no había apuro en definir al técnico del conjunto nacional, se conoció la designación de Maradona para buscar, dentro de poco más de un año y medio, el tercer título del mundo, luego del obtenido hace ya más de dos décadas con él como protagonista excluyente dentro de la cancha y Bilardo como ideólogo del proceso.

El técnico y el capitán del seleccionado campeón en México 86 le han sabido pegar duro al Jefe. Con toda lógica, claro. Siempre más áspero fue el Diez, quien denunció muchas veces el despotismo afista. Por su parte, el Narigón, (que también supo recibir estiletazos de Maradona) lo azuzó cuando reconoció sus aspiraciones de ocupar el despacho principal de la sede de Viamonte 1366. Del otro lado, el Pope le pegó a ambos, por turnos, con su labia pérfida. Así las cosas, Grondona, Maradona y Bilardo debieron tragarse sapos en la reunión cumbre de ayer en Puerto Madero.

Hoy en las buenas, seguramente más adelante llegarán los choques con el mandamás. Sin ser lo ideal, no será un problema grave: Passarella y Bielsa supieron hacer su trabajo sin relación con la cúpula. Sí sería inconveniente que haya cortocircuitos entre Maradona y Bilardo, algo que se evitará con una clara asignación de las tareas de uno como entrenador y otro como manager. En su primera exposición pública, Maradona declaró que será él quien dirija las prácticas y arme el equipo, pero “sin dejar de escuchar a alguien que sabe tanto como Carlos”, quien por su parte dejó bien en claro que la cabeza será Maradona. El mayor inconveniente estará en las trabas que esta nueva conducción encontrará en los acuerdos comerciales que la AFA.

El impacto del desembarco de Diego tuvo resonacia a nivel mundial. A las pocas horas de conocerse la novedad no había portal de noticias en el globo que ignorase la noticia. Como siempre lo hicieron, Maradona y Bilardo le entregaran hasta lo último que tengan a la selección en un proceso que despierta una expectativa nunca antes generada.
(Foto: Lanacion.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

3 comentarios:

Fernando Salceda dijo...

En los últimos cuatro párrafos de tu texto están los motivos de mi escepticismo.
Diego es inconmensrable como futbolista, pero sus intentos como técnico siempre fueron fallidos; y una cosa es el Mandiyú de Roberto Cruz o el Racing de Destéfano y otra muy distinta es la Selección.
De todas formas, estaré muy feliz si me equivoco en esto.

Gran abrazo

Santiago Carreras dijo...

Injusto sería caerle a Maradona por sus anteriores experiencias como DT. Los grandes popes de la línea de cal para afuera dejaron bastante que desear en las últimas experiencias con nuestro seleccionado. Si es para reprochar el sistema de elección de Diego como DT (típico de Don Julio). Pero nadie se puso tan quisquilloso cuando nombró a Basile. Y ese si que había demostrado que no le daba para dirigir la Selección.

Fernando Salceda dijo...

Silvio:

Yo sí, y a nuestro común amigo Patricio le consta, me opuse a la elección de Basile oportunamente.
Con respecto a los anteriores, es posible que tengas razón; pero no es lo mismo lo que dejaron que desear Bielsa, Pekerman y Basile.

Abrazo.