jueves, 4 de junio de 2009

La peor defensa

En medio de la tormenta que genera el muy cuestionable arbitraje argentino, Lanús se encontró en el centro de la escena señalado como uno de los equipos recurrentemente más beneficiados por los fallos colegiados. La teoría se apoya en los apañamientos que generarían la muy estrecha relación de Alejandro Marón, presidente del Granate, con Julio Grondona, mandamás del fútbol argentino, y el hecho de que Jorge Romo, quien alguna vez fuera un dirigente de segunda línea en el club de sur del Gran Buenos Aires, sea el titular del Colegio de Árbitros (cargo que ocupa hace casi dos décadas) y un verdadero monje negro del referato argentino.

Instalado este tema en gran parte de la prensa y el público futbolero, Marón y Nicolás Russo, histórico dirigente de Lanús, actualmente a cargo de la vicepresidencia y hombre tosco habituado a las malas formas, salieron a despegar al club que conducen de este supuesto favoritismo. Pero eligieron el peor modo de hacerlo: defender el sistema arbitral argentino. Ambos dirigentes aseguraron que el nivel del referato es destacable, que las designaciones no implican ningún manejo escabroso y no esbozaron ninguna crítica a las esferas ejecutivas de la actividad. Esa ponderación de uno de los sectores de nuestro fútbol que más indicios ofrece para dudar de su honorabilidad lejos de despejar los rumores les da más fuerza, porque es llamativa la defensa de algo tan visiblemente podrido.

Lanús es una institución modelo, un club que desde una responsabilidad dirigencial ejemplar logró un crecimiento impresionante en los últimos 15 años , tanto a nivel del fútbol profesional como deportivo y social. Es el mejor equipo argentino desde el juego y desde los números: acumula 71 puntos en la tabla general de la temporada, por lo que ya hubiese sido campeón a falta de tres fechas si se tratase de un torneo lago. Es, además, junto con Estudiantes, el conjunto con la identidad más definida desde una consecuencia que lleva al menos tres temporadas. Tiene una de las mejores divisiones inferiores del país, una gran cantidad de deportistas amateurs y socios que disfrutan una magnífica infraestructura habituada a inaugurar incesatemente nuevas obras que acrecientan el patrimonio granate.

Todo esto fue señalado por Marón y Russo, y es muy importante que lo digan ya que por no tratarse de uno de los clubes tradicionalmente grandes todo esto es muchas veces omitido. Pero se expusieron a quedar pegados respecto de lo que buscaron desligarse al pretender presentar como transparente y correcto al oscuro y moralmente dudoso sistema arbitral argentino.
(Foto: Lanacion.com.ar y Elblogfutbolero.blogspot.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

1 comentario:

Ariel Cappelletti dijo...

Lanús es un ejemplo de institución, pero no hay que olvidarse de los innumerables favores que el Estado ( en su versión Nacional y Municipal) le ha dado( desde Tierras para el desarrollo de la parte social, hasta el dinero que ingresa mensualmente desde hace 15 años por intermedio del bingo de Lanus) para que hoy ocupe el lugar priivilegiado que posee en el fútbol argentino