domingo, 30 de julio de 2006

Buenos y malos negocios

La novela para determinar cuándo Alfio Basile asumirá como nuevo entrenador de la selección argentina generó en Boca una rápida carrera para encontrar al nuevo entrenador. En este contexto, sin saber quien será el DT a una semana del inicio del nuevo campeonato, el conjunto de la rivera baraja la posibilidad de pedir la postergación de su encuentro ante Banfield por la primera fecha del Apertura. Si esto ocurre así, tal vez sea justo para los Xeneixes, ya que la AFA eligió a su técnico para la selección, pero perjudica al equipo del sur. Hurgando en el pasado reciente se encuentra que este no sería el primer Boca-Banfield postergado, ya que en los últimos años el conjunto sureño accedió a otros pedidos de postergación por giras boquenses al exterior.

De un tiempo a esta parte se generó una muy buena relación entre Mauricio Macri, presidente de Boca, y Carlos Portell, titular de Banfield. Ese vínculo no produjo los mejores beneficios para el Taladro. La última prueba de esto es el pase de Jesús Dátolo. Boca tenía la necesidad de comprarlo, pero Banfield, de sana economía, no tenía apuro por venderlo y sin embargo el jugador emigró a cambio de 1 millón de dólares, pagaderos 400.000 en efectivo y el resto en 10 cómodas cuotas de 60.000 dólares cada una. Según Macri lo profesa cada vez que puede, Boca lleva 11 años consecutivos de superávit; sabiendo esto y que además necesitaban al jugador, Banfield lo vendió de la forma ya citada. Así, los dirigentes del Taladro no parecen haber actuado del modo más inteligente.

Parte de los integrantes del oficialismo en la CD de Banfield se habían quejado por lo que entendían como una mala venta de Daniel Bilos por parte de Boca al Saint Etienne de Francia, cuando ambos clubes eran socios por tener en partes iguales el pase del jugador. Pese a eso, un mes después volvieron a asociarse con Boca al vender un porcentaje de Dátolo. Aunque esta vez el Taladro tomó, seguramente por lo sucedido con Bilos, un recaudo a destacar: los derechos federativos quedan en su poder, por lo que en caso de aparecer una oferta será el club que lo formó el que tome la decisión de venderlo o no. Además el jugador no podrá enfrentar a Banfield por torneos locales ni internacionales, ya que los derechos federativos serán de Boca cuando abone otro millón de dólares por un restante 30 por ciento del pase (el otro 20 seguirá perteneciendo al club verde y blanco).

Banfield se ha transformado en un proveedor barato de buenos jugadores para Boca (Palacio, Bilos, Dátolo) y cada vez que los xeneixes necesitaron un favor, como la postergación de un partido, el conjunto sureño accedió. Hay una relación que le genera claros beneficios a Boca, pero no es evidente la ganancia de la otra parte, justamente la más modesta. Como un analogía de los tiempos que corren, se repite la circunstancia en la cual se beneficia claramente el poderoso, mientras que el modesto se conforma con una porción menor a la que tendría que aspirar. Es justo decir que tanto Macri como Portell tienen hoy a sus clubes ampliamente mejor que en el momento que accedieron a sus presidencias, pero cuando las cosas no se hacen todo lo bien que se puede –sobre todo en el caso de Banfield- no está de más el llamado de atención.
(Foto: Clarin.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

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