lunes, 3 de julio de 2006

Los penales, muy lejos de una lotería

“No practicamos penales porque no tenemos pensado llegar a esa instancia”, aseguró con una sonrisa José Néstor Pekerman en la conferencia de prensa brindada el día anterior al choque ante Alemania por cuartos de final. Tener una firme determinación en lo que se pretende hacer es una postura por demás valorable, pero también se debe tener en cuenta que las cosas muchas veces se desvían de los carriles por los que se planeaba transitar. Aparece entonces lo imprevisible, y cuando la empresa implica un alto grado de dificultad, se debe planear lo imprevisible.

La definición desde los doce pasos tras los 90 minutos de juego estipulados y los 30 de prórroga son una instancia que muy lejos está de ser improbable en los campeonatos del mundo. La definición por penales debe ser programa y, por lo tanto, trabajada. Desde el primer día en que se dispone de la totalidad de los jugadores con los cuales se viajará a una Copa del Mundo este aspecto debe, como tantos otros del juego, ser trabajado.

Ganar por penales es una virtud, no suerte. Perder por penales es un defecto, no falta de liga. El azar, lo imprevisible de la impronta está presente, sí, pero la práctica y el estudio reduce su margen y hace llegar a esa instancia de definición con mayor seguridad. Los penales tienen que ver con las aptitudes técnicas, con la preparación y con la templanza, con el carácter.

Antes del comienzo de la definición, el preparador de arqueros de Alemania se acercó a Jens Lehman con un papel en el cual estaba anotado de qué modo habían pateado los jugadores argentinos sus últimos penales. Antes de cada ejecución de los futbolistas argentinos, el portero teutón revisaba su apunte y lo guardaba en la media. Así atajó dos penales y en los otros dos estuvo cerca, pero los penales de Cruz y Maxi Rodríguez fueron gol porque patearon con fuerza. Siempre con el concepto de reducir el margen de error, los alemanes ejecutaron sus penales con fuerza, sabedores de que si el arquero iba hacia ese lado un remate potente de todas maneras sería difícil de contener. Síntesis: Lehman atajó dos penales y estuvo cerca en los otros dos, en tanto que sus compañeros patearon con fuerza. En cambio, en Argentina Ayala (hasta aquí en el podio de los mejores jugadores del mundial) y Cambiasso ejecutaron débilmente, favoreciendo las chances de Lehman, mientras que el arquero argentino fue en todos los penales hacia el otro lado que la pelota.

El fútbol que hoy se juega (independientemente de juicios de valor al respecto) es de gran paridad y, entonces, en detalles que parecen menores puede estar la llave del triunfo. En 120 minutos de juego se vio una partido parejo, donde los dos equipos se hicieron muy poco daño, se posicionaron frente al arco rival con posibilidades concretas de gol en muy pocas oportunidades. En la definición de penales esto no ocurrió, en esa instancia hubo una clara superioridad de un equipo sobre otro, de un equipo que había trabajado esa instancia contra un equipo que no.
(Foto: Fifaworldcup.yahoo.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

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