viernes, 7 de julio de 2006

Dime cómo defiendes y te diré quien eres

El cierre de la Copa del Mundo Alemania 2006, con la final que se disputará el domingo en Berlín, pondrá cara a cara a Italia y Francia, los dos equipos que mejor se defendieron durante todo el certamen. Les blues, con Zidane y Henry, y los azzurros, con Pirlo y Toni o Gilardino, presentaron buenas cartas para vulnerar el arco rival. Sin embargo, los principales argumentos de las selecciones dirigidas por Raymond Domenech y Marcello Lippi para llegar a la instancia definitoria estuvieron en sus férreos esquemas defensivos. Por su sabida atención a la astrología uno y por las denuncias de compra de partidos por parte de los equipos más poderos del Calcio el otro, ninguno llegaba en una situación cómoda a tierras germanas. Ambos revirtieron los comentarios en su contra y estos dos estrategas son ya los dos grandes ganadores del Mundial.

Al invertir la máxima de que la mejor defensa es el ataque, los finalistas de la Eurocopa 2000 pusieron sobre la mesa las herramientas que en el fútbol actual son las cartas para el triunfo. Durante la primera fase, ambos equipos, en especial los galos, no parecían con la fortaleza y la solidez necesaria para llegar lejos. Pero con el aumento de la exigencia, con el comienzo del verdadero Mundial, Italia y Francia encontraron sus mejores versiones. Fueron de menor a mayor, algo clave para imponerse en un certamen de siete encuentros.

Como filtro antes de apostarse ante la última línea del equipo, Francia tiene a Makelele y Vieria, ascendidos al generalato tras un sinfín de batallas. Italia, por su parte, dispuso en la mitad de la cancha a los vehementes Gatusso y Perrota como peaje para llegar a los centrales ubicados delante de Buffón, el mejor arquero del mundo. Italia recibió sólo un gol y lo anotó uno de sus futbolistas en contra, mientras Francia fue a buscar la pelota dentro de su arco en dos oportunidades, una tras el penal convertido por Villa para España en octavos. Tanto los de Domenech como los de Lippi propusieron un juego de transición veloz, sin necesidad de 20 toques para llegar ubicarse en posición de gol. Denominador común de estas dos selecciones fue recuperar la pelota para luego administrarla del mejor modo.

Junto con Roberto Ayala, los mejores centrales en la máxima cita del fútbol fueron Fabio Cannavaro y Liliam Thuram, compañeros en la escandalosa Juventus. A partir de ellos como piedra fundamental se erigen las defensas que sirvieron para construir los dos mejores equipos del mundial, los que supieron combinar de la mejor manera los dos aspectos del juego: la defensa y el ataque. Defendieron como nadie y a partir de ahí supieron lanzar los ataques justos y decididos con los cuales marcar la diferencia. El Olympiastadion berlinés será el escenario que enfrentará a los dos mejores equipos del Mundial, los que supieron explotar al máximo sus virtudes y reducir al mínimo sus errores. El domingo uno sólo festejará. Quien se imponga se transformará en el nuevo campeón del mundo reinante hasta Sudáfrica 2010.
(Foto: Fifaworldcup.yahoo.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

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