lunes, 30 de junio de 2008

España campeón de un gran certamen

Ahuyentó sus propios fantasmas, archivó muchas frustraciones y fue La Furia para quedarse con la Euro 2008. España tendrá, a partir de ahora, su festejo continental en colores, ya que la única consagración databa de 1964, cuando como organizadora del certamen alzó la copa tras vencer en la final a la Unión Soviética en el madrileño Santiago Bernabeú.

Esta vez el marco lo dio el Ernst Happel Stadion de Viena y el rival fue la siempre temible Alemania. La victoria, trabajada y merecida, se consumó con un gol de gran factura anotado por Fernando Torres, hombre del Liverpool inglés. El conjunto dirigido por el septuagenario Luis Aragonés (quien continuará su carrera como DT en el Fenerbahce, de Turquía) sintió la presión alemana en los primeros minutos, pero luego ecaminó el encuentro a partir de ganar la mitad de la cancha con Senna, Iniesta y Xavi. Abajo en el marcador, en el complemento los germanos volvieron a mostrar un arranque pretencioso, pero otra vez ese juego se diluyó ante la seguridad de un rival envalentonado, que incluso hasta pudo haber conseguido otro gol.

España es un justo y muy buen campeón. Disputó un gran torneo al exhibir un juego audaz y rápido; asumió riesgos apoyado siempre en una buena defensa. Los campeones anotaron 12 goles y apenas recibieron 3, con la particularidad de que ninguno de ellos le fue convertido en instancias de eliminación directa. Las victorias 4 a 1 ante Rusia, 2 a 1 frente a Suecia y también 2 a 1 ante Grecia, campeón defensor, lo colocaron en el primer lugar del Grupo D. Posteriormente, en cuartos igualó sin goles ante Italia para imponerse por penales y romper así una racha por demás negativa: no sólo jamás había pasado una serie en definición desde los doce pasos, sino que ningún arquero español había detenido un tiro en esas instancias. El capitán Iker Casillas sí lo logró y sacó pasaje a las semifinales, donde volvieron a toparse con Rusia; y nuevamente fue goleada, esta vez 3 a 0. La final, lo dicho, fue victoria 1 a 0 ante Alemania.

Esta 13º edición de la Eurocopa, disputada en Austria y Suiza, ratificó que organizativa y comercialmente el certamen está a la altura de un Mundial. Si se aleja por un momento la mirada del juego y se pone atención en el armado de un partido y un torneo como un espectáculo –y claro que no está mal que así sea- saltan a la vista los modernos estadios, repletos por el color de los hinchas de cada una de sus selecciones, los amplios parques y las gigantescas pantallas para que sigan los encuentros aquellos que no disponían de entradas, un sitio web fabuloso en cuanto a la información disponible y un lugar central en los medios deportivos de todo el mundo.

Buscar el equivalente de la Euro en nuestras latitudes nos lleva, lógicamente, a pensar en la Copa América. Pero lo cierto es que nada tiene que ver un campeonato con el otro. Si bien hubo buenos y malos torneos en cuanto a su nivel futbolístico tanto en Europa como en Sudamérica, ocurre que mientras que los europeos supieron cuidar y hacer crecer su certamen, todo lo contrario ocurrió aquí, donde, por caso, la competencia ni siquiera tiene una periodicidad fija y son habituales invitados Estados Unidos y México. Estas presencias pueden ser aceptadas como algo normal, si se tiene en cuanta que alguna vez la Copa América la jugó... Japón! Esto, entre muchas otras cosas, llevó a que en las últimas ediciones haya sido común la ausencia de destacados futbolistas a nivel mundial (fundamentalmente brasileros y argentinos), lo que evidencia un campeonato en franca decadencia.

La Confederación Sudamericana de Fútbol descuidó el prestigio del torneo de selecciones más antiguo del planeta, mientras que la UEFA ha pulido de forma impecable la Euro. En esta edición, a diferencia de la anterior ganada por Grecia, el nivel futbolístico fue muy bueno, con dos finalistas de talla, con conjuntos que mostraron un gran juego pese a su temprana eliminación, como Holanda y Portugal, con la grata revelación que significó la Rusia de ese gran técnico que es Guus Hiddink, con las emociones que brindó el representativo turco y con algunas pizcas de Italia y Croacia. A esa buena materia prima se le añadió la prolija organización y la gran puesta en escena, marcas registradas del fútbol europeo, para dar por resultado una gran Eurocopa.
(Foto: Marca.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

1 comentario:

Santiago Carreras dijo...

De acuerdo, párrafo aparte para Rusia y Turquía.
Link recomendado para entender un poco que pasó para que España llegará a esta instancia:

http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=522447&idseccio_PK=1011