sábado, 27 de mayo de 2006

Entre lo dicho y lo hecho

El 14 de septiembre de 2004 Marcelo Bielsa renunciaba a su cargo como seleccionador nacional y dos días más tarde José Pekerman era nombrado como sucesor. Aunque habían trabajado juntos cuando el tricampeón mundial juvenil era el manager de la selección dirigida técnicamente por el rosarino, la diferencia de personalidades y criterios futbolísticos entre ambos era (es y será) evidente. Sino basta con repasar la historia de cada uno.

En sus primeros pasos al frente de la selección mayor, Pekerman nunca dejó de señalar que su tarea era una continuidad del proceso anterior. Aseguraba que el equipo que ahora él conducía era una prolongación de lo hecho por Bielsa. Sin embargo, desde el inicio de su ciclo al frente de la selección las diferencias con la etapa anterior fueron claras y con el paso del tiempo las mismas se hicieron más evidentes, hasta llegar a diferenciarse claramente dos equipos que nada tenían en común. Aquel de Bielsa poseía una identidad diametralmente opuesta a este de Pekerman, quien afrontará el mundial de Alemania con sus jugadores (como excepción a la regla es justo señalar el caso de Lux y, en menor medida, el de Samuel).

Conformó una lista a la que la que en general la opinión del hincha y el grueso de la prensa no hizo grandes objeciones. Sin embargo, me atrevo a plantear algunas consideraciones para nada menores. Pekerman aseguró que jugará con línea de cuatro, pero, paradójicamente y aunque parezca increíble, no lleva laterales. Por la derecha cuenta con tres improvisaciones: Burdisso, Coloccini y Scaloni (aunque a este último lo nombró entre los mediocampistas cuando dio la lista) y por la izquierda el titular es Sorín, quien en el Villarreal juega de mediocampista, y el suplente es Cufré, quien enfatiza que su posición es como central. Cambiasso y Mascherano, los dos volantes centrales, integran el equipo titular, la opción en caso de lesión o suspensión es otra vez una improvisación: Coloccini o Lucho González. En tanto un mediocampista habituado a jugar por el sector izquierdo brilla por su ausencia.

Si hay que jugársela acepto el desafío. Zanetti en lugar de Coloccini, Arruabarrena por Cufré, Demichelis en vez de Scaloni y para la última variante abro el juego: Bilos, Solari o Kily González en lugar de uno de los seis delanteros que estarán en Alemania, ya que es improbable que se utilicen tantos atacantes. Comulgo con la polifuncionalidad bilardista, pero en la realidad son muy pocos los jugadores que pueden desarrollarse con la misma prestancia en dos o tres posiciones. En lista de 23 mundialistas deben combinarse especialistas y polifuncionales, integrando los primeros el once titular y siendo los otros las alternativas.

A menos de dos años de haber asumido su cargo, pese a la similitud en algunos nombres, Pekerman terminó por elaborar un equipo ubicado en las antípodas del que había armado su predecesor. El cargo que ocupa le brinda totales potestades para contar con los recursos humanos que cree más adecuados y el sistema que considere más conveniente, pero está claro que entre los dichos de su llegada al cargo y esta realidad se abrió una brecha por demás considerable.
(Foto: Fotobaires.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

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