lunes, 4 de enero de 2010

Estudiantes, Vélez y Banfield, los campeones

El año que ya quedó atrás dejó en las páginas más destacadas de su anuario futbolero la consagración de Estudiantes como el mejor de América, la ratificación de Vélez como un grande por vigencia y no por herencia y el inédito festejo de Banfield, nuevo integrante del cuadro de honor de los campeones argentinos.

El conjunto platense se adjudicó la Copa Libertadores de menor a mayor. Tras clasificarse en la etapa preliminar ajustadamente, en la zona de grupos avanzó también con sufrimiento, pero ya en las instancias cruciales, en los encuentros de ida y vuelta para seguir o perecer, el equipo apareció en su mejor versión: consciencia colectiva, prolija defensa, potencia goleadora y la tremenda gravitación de Juan Sebastián Verón para coordinar los movimientos de sus compañeros con precisión de relojería suiza erigieron merecidamente al Pincha como el monarca del continente. En el cierre del año premundialista, el elenco de Alejandro Sabella estuvo muy cerca de subirse a la cima del Planeta Fútbol, pero el fenomenal Barcelona ganador de todo le arrebató la corona cuando parecía suya. Por sus méritos, el León se ganó el reconocimiento de ser el mejor equipo argentino del año que ya es historia.

En el ámbito doméstico, Vélez fue quien celebró en el primer semestre. Luchó por el título hasta la última fecha con Huracán, conjunto que cosechó muchos elogios y adhesiones por su juego fluido de toques permanentes y desestructuración de líneas. Reflejo de una institución sin par en Argentina, los dirigidos por Ricardo Gareca fueron un conjunto serio, coherente y en constante crecimiento. Dinámico y de transiciones muy veloces su propuesta fue un juego vertical y con desbordes, siempre con el basamento de la solvencia para manejar los tiempos de cada partido. Vélez no sólo obtuvo el Clausura, sino que también fue quien más sumó en 2009: con 73 puntos lideró la tabla anual. Además, parió al fútbol profesional a Nicolás Otamendi, la gran revelación y una de las apariciones más fulgurantes de los últimos años en lo que a marcadores centrales refiere.

El Apertura quedó en manos de Banfield, que se dio el enorme gusto de gritar campeón en Primera División. Julio César Falcioni configuró al mejor equipo del certamen; un conjunto granítico, furiosamente colectivo, concentrado sin distracción alguna en su libreto y con un despliegue físico incansable para ahogar a sus rivales. El Taladro contó con Cristian Lucchetti en su punto de maduración justo para tener una gran presencia desde el arco, un esquema defensivo impenetrable por el centro y que siempre dobló marcas, la jerarquía y entrega de Walter Erviti y la mejor dupla delantera del año, conformada por los uruguayos Sebastián Fernández y Santiago Silva, goleador del torneo.

De vuelta al trabajo en la pretemporada estival, Estudiantes, Vélez y Banfield apuntarán a revalidar las credenciales que exhibieron para lograr la satisfacción de ser los mejores. Con varias similitudes conceptuales y diferencias de ejecución e identidad, sus virtudes los hicieron ser los campeones de 2009. La gloria que buscarán defender es la misma que otros sueñan con arrebatarle para festejar
(Foto: Elmundo.es)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

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