lunes, 28 de diciembre de 2009

Las cosas por su nombre: Estadio Marcelo Bielsa

Uno de los hombres más brillantes del la historia del fútbol argentino recibió el mayor reconocimiento posible: dar nombre a un estadio. En una fiesta de concurrencia absoluta, con un partido protagonizado por varios ídolos del club de distintos tiempos, Newell´s rebautizó su casa como “Coloso del Parque Marcelo Alberto Bielsa”. Un reconocimiento que suele llegar post mórtem es dado a quien transita por un momento de gran reconocimiento. Porque tras la fabulosa clasificación con Chile al Mundial, el rosarino revalidó –por si hacía falta- sus credenciales de excelso director técnico.

Antes de disputarse los últimos partidos de Eliminatorias, en una conferencia de prensa ofrecida en Santiago, en su rol de técnico de Chile, Bielsa hizo pública una declaración de principios ligada a sus sentimientos en la cual reconoció que “difícilmente” sienta por otra camiseta lo que le genera la de Newell´s. Entonces los hinchas leprosos comenzaron una cruzada para que su cancha llevase el nombre del técnico con el cual festejaron dos títulos de Primera División y estuvieron a un penal de ganar la Copa Libertadores de América. La iniciativa se propagó con gran rapidez entre los socios de la institución y poco tiempo después se concretó el homenaje.

Fiel a su estilo y con su léxico característico, el Loco calificó, sin falsa demagogia, como “injusto” y “desmesurado” el hecho de que el estadio del club de sus amores lleve su nombre. “La sensación es hermosa. Es un momento que no voy a olvidar nunca. (...) La dimensión del reconocimiento excede la posibilidad de retribución. Hay cosas que no pueden retribuirse, son demasiado importantes para el que la recibe, que no imagina el modo de estar a la altura de lo que se le ofrece”, expresó.

Su superlativa capacidad de conducción quedó expuesta, nuevamente, en el enorme trabajo hecho en Chile, y por eso del otro lado de la cordillera pretenden prolongar su contrato hasta 2015. Pero entre grandes reconocimientos, la saña con la que lo trató el sector más poderoso de la prensa deportiva argentina le significó una dolorosa herida aún lacerante. En una entrevista radial concedida algunos meses atrás a LT 8 de Rosario, Rafael Bielsa, quien lo definió como “un técnico de elite” y “un animal deportivo”, dedicó un apartado a la persecución que sufrió su hermano por parte del establishmet mediático, sobre todo tras la frustración que implicó la participación en Corea y Japón. "El sufrimiento que se le ocasionó no hay manera de sacarlo. Nada puede compensar ni pagar lo imposible que le hicieron la vida los empresarios del periodismo deportivo, que no son periodistas deportivos, son individuos muy vinculados con intereses, con ventas de jugadores de fútbol, con negocios particulares, con la idea de recibir una primicia por parte del técnico", aseguró; y agregó que "los medios de Buenos Aires lo que reivindican es el triunfo, pero no el modo cómo consiguió el triunfo y eso es lo más valorable; pero nadie habla de eso, sólo dicen que Chile clasificó tercero". "Marcelo no es técnico de la selección argentina entre otras razones por estos indeseables, por estos sujetos que dictan cátedra de cómo hay que vivir y viven de una manera distinta en la práctica de su prédica. Hubiese sido muy buena su continuidad”, concluyó.

Muchos de los periodistas que hoy lo elogian no es la primera vez que lo elevan, pero lo han hecho a intervalos de bipolaridad, colocándolo en el déspota ascensor que hacen subir y bajar histérica y acomodaticiamente. Lo observaron con cautela en su llegada al conjunto nacional, allá por 1998, lo cuestionaron en la etapa de construcción inicial, más tarde lo alabaron en las dos temporadas previas al Mundial de 2002 y lo crucificaron tras la eliminación en la primera ronda para ya no dejar de fustigarlo. Hasta ahora, que vende reivindicarlo.

A quienes les importa la Selección únicamente un mes cada cuatro años, el del Mundial, en el cual asumen que el elogio sólo cabe si se levanta la Copa, lo defenestraron tras la frustración de Corea y Japón. "Un entrenador no es mejor por sus resultados ni por su estilo, modelo o identidad. Lo que tiene valor es la hondura del proyecto, los argumentos que lo sostienen, el desarrollo de la idea. No hay que juzgar la idea, sino el sustento. Yo puedo valorar proyectos antagónicos. Lo que nunca se puede hacer es sustituir las convicciones", analizó Bielsa hace más de 10 años. En el mismo sentido aseguró que “se puede ganar o perder, lo importante es la nobleza de los recursos utilizados; eso sí es lo importante. Lo importante es el tránsito, la dignidad con que se recorre el camino en la búsqueda del objetivo. Lo otro es cuento para vendernos una realidad que no es tal".

Puede gustar o no la propuesta de Bielsa, porque no existe una única forma de jugar al fútbol y todos los estilos encuentran sus adeptos. Lo que no puede hacerse es descalificar a un entrenador que con una dedicación sin concesiones persigue la excelencia deportiva, a quien en su ambiente se ha convertido poco menos que en un hombre de culto al contar con el apoyo incondicional de sus pares y recibir los mayores elogios de aquellos a quienes dirigió alguna vez.

En cierta oportunidad Jorge Valdano, actualmente director deportivo del Real Madrid, dijo sobre el rosarino: "Bielsa debate consigo mismo y con los demás. Sus interminables ruedas de prensa llegaron a ser heroicas, precisamente porque sus palabras intentaban quebrar las tendencias más arbitrarias, despiadadas, estúpidas. Hay un periodismo que se siente el centro del espectáculo y que abusa de su poder desde una actitud abiertamente chantajista, con una lógica del tipo: tú no me das (información, declaraciones), yo te desprestigio. Bielsa no sólo tiene un lugar en la lucha contra este sistema, sino que su presencia debería ser obligatoria, porque su discurso y sus actitudes sirven para descubrir las bajezas y contradicciones de tantos mediocres que ocupan lugares estelares. El problema es que los personajes como Bielsa luchan solos; en cambio, la mediocridad caza en jauría".
(Foto: Newellsoldboys.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

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