martes, 13 de junio de 2006

No hay cuco

El Mundial tuvo el debut más esperado, el de Brasil, defensor de título, pentacampeón del mundo y, para la mayor parte de jugadores, técnicos y medios, máximo candidato a coronarse nuevamente el próximo 9 de julio. Sin embargo, quedó demostrado que pese a sus virtudes, el equipo dirigido por Parreira no es imbatible y hay por donde entrarle, sobre todo presionándolo para apurar a los encargados de recuperar la pelota y evitar que se acerquen hasta el arco defendido por Dida.

Si por espectáculo se entiende la conjunción del marco y de lo que se muestra dentro de la cancha, con situaciones de gol, emociones y suspenso hasta el último minuto, entonces Brasil y Croacia protagonizaron lo mejor de lo que hasta ahora se vio en Alemania.

El seleccionado europeo dejó en evidencia falencias que se sabía el Scratch pretendería ocultar y desnudó los problemas defensivos del gran candidato. Fue Prso, el mejor de la cancha, quien se ubicó detrás del veterano Cafú y por allí generó peligro siempre. Nadie es eterno, y el lateral de la Roma sufrió cada vez que lo encararon, lo mismo que Emerson en el centro del campo de juego. Brasil se mostró como un equipo desequilibrado y dio muestras de que cuando lo ataquen va a sufrir. Si bien es lícito pensar que el conjunto verdeamarelo no apareció en su mejor versión, lo cierto es que hoy estuvo en apuros. Croacia le dio la pista al resto de las selecciones que se enfrenten a los actuales campeones del mundo de cómo hay que jugarles para superarlos.

Innegable es la categoría de los jugadores brasileños. Nadie desconoce que Ronaldinho es el mejor jugador del mundo, el más desequilibrante, que Kaká es tan inteligente como exquisito y que Ronaldo y Adriano son dos adictos al gol, aunque hoy el delantero del Real Madrid no gravitó y fue intrascendente la tarea del atacante con nombre de emperador, quien en la última temporada en el Inter hizo menos goles que Julio Cruz, suplente en Argentina. Fue una genialidad, la tremenda pegada de Kaká sobre el final del primer tiempo marcó, la diferencia a favor de los sudamericanos, pero se sabe que la suma de talentos no da por resultado siempre un gran equipo y Brasil deberá mejorar en el aspecto defensivo y equilibrar su juego, ya que en su objetivo de levantar nuevamente el trofeo más preciado deberá enfrentar a equipos de peso y jerarquía. Sin ir más lejos, en octavos se verá las caras con Italia o República Checa.

A favor de Brasil queda, entre otras cosas, que no se despertaron ni Ronaldo ni Ronaldinho, que no se desesperó cuando las cosas no salían de acuerdo a lo planeado y que cuenta con un plantel de muchas variantes. En contra, la floja defensa, la dificultad para recuperar la pelota y que cada equipo que enfrente buscará jugar su partido. Como se esperaba ganó Brasil, pero no del modo que muchos imaginaban.
(Foto: Inforegion.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

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