martes, 15 de abril de 2008

Roja ilusión en marcha

Probablemente Claudio Daniel Borghi haya sido la mayor frustración argentina en lo que a proyección de estrella del fútbol mundial se refiere. Su gigantesco talento y asombrosa ductilidad lo hicieron sobresalir desde sus primeros pasos en Argentinos Juniors. Por eso se interesaron por contratarlo clubes como Milan y Juventus. Precisamente ante el conjunto turinés, el Bichi tuvo una actuación deslumbrante, opacando incluso al propio Michel Platini, en el recordado choque entre los de La Paternal y la Vecchia Signora en la edición de 1985 de la ya desaparecida Copa Intercontinental disputada en Tokio.

Fue, según su propio decir, su reticencia al trabajo y su no disposición a cumplir con los sacrificios que debe hacer un futbolista profesional lo que hicieron de él un talento desperdiciado. Por aquel entonces, nadie -incluso ni el propio Borghi- imaginaban que sería el técnico de prestigio que es hoy, a los 43 años.

Su llegada a la dirección técnica de Independiente constituye una nueva ilusión para la falange roja. Y la misma no se apoya, como suele ocurrir, en el mero arribo de un nuevo conductor, sino en la sensación de recibir a un hombre hecho a la medida del Rojo. Sus antecedentes en el fútbol chileno prevén una propuesta ofensiva, que correrá riesgos y buscará recobrar el protagonismo desde la aceptación del rol de equipo grande. Por eso en su presentación oficial no dudó en afirmar que el objetivo es ser campeón. Esas premisas serán bien recibidas por una parcialidad que, pese a compartir con todas la prioridad de acumular victorias, desarrolló a lo largo del tiempo un gusto por un determinado modo de jugar.

Pero sacar el óxido de la chapa histórica de Independiente no será tarea exclusiva de Borghi, sino que dependerá también de una reconstrucción institucional que, aunque lenta, parece haberse iniciado hacer un par de años. En este sentido, aseguró en su oficialización como DT rojo: “Es imposible reconstruir la época del glorioso Independiente de Bochini, Villaverde y Marangoni. Esa no es mi intención, lo que quiero es acercarme a esos tiempos y que el equipo juegue bien y sea aplaudido". Si los buenos resultados no aparecen en los primeros pasos del nuevo proceso, bueno será que haya una paciencia lógica entendiendo la realidad actual de Independiente a partir de los recursos futbolísticos de los que se disponga por el manejo dirigencial. Pero el saber esperar no es una cualidad de nuestro medio.

En este punto de partida, aparecen dos interrogantes, uno del juego y otro extrafutbolístico. El primero remite a la solidez defensiva necesaria en todo equipo y el modo en que afectará su preferencia por la libertad creativa de los jugadores por sobre el rigor táctico. El otro se vincula al hecho de que Borghi esté radicado desde hace más de una década en Chile, ya que su familia, al parecer, continuará del otro lado de Los Andes, con lo cual habrá que ver cómo influirá la distancia con los afectos y la circunstancia de realizar, por su fobia a los aviones, constantes y prolongados viajes en auto para unir ambos países.

Comenzó su carrera como entrenador allí en Chile y en poco tiempo llegó al Colo-Colo, uno de los clubes más populares del fútbol trasandino. En el Cacique diagramó un esquema de trabajo que se reflejó en la obtención de las últimas cuatro ediciones del certamen doméstico chileno y un buen protagonismo a nivel internacional. Como correlato obvio se sucedieron las ventas de jugadores muy importantes para su idea de juego, como Matías Fernández, Alexis Sánchez y Humberto Suazo. Pero logró sobreponerse a esas ausencias y mantuvo la identidad adquirida. Esto es un buen antecedente para las arcas chicas de un equipo grande como Independiente.

La llegada de Borghi al fútbol argentino trae también a alguien capaz de hacer un gran aporte a la hora de hablar sobre el juego, de sentar posiciones y enriquecer un eterno debate.

Aquel Borghi jugador fue un brillante que nunca pudo ser pulido para aprovechar su valor, este Borghi entrenador demostró en su corto recorrido ser buen estratega y un hombre con un idea definida del juego que pretende. El fútbol argentino es un desafío mayor al chileno, el modo en que logre ensamblar un sólido bloque defensivo para resguardar la propuesta de ataque es un interrogante que se impone. De todos modos, la contratación de Borghi parece ser una buena apuesta del Rojo.
(Foto: Clarin.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

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