domingo, 5 de noviembre de 2006

Decisión, entrega y pasión

Basta andar por cualquiera de sus diagonales para sentir el calor que abriga a la ciudad. Ocurre que el gran torneo que lleva adelante Estudiantes tiene alborotada la ciudad de La Plata. Esta extraordinaria campaña del León y el discreto momento de Gimnasia, su eterno rival, hacen que las voces de unos se multipliquen y las de los otros sean susurros por lo bajo. Así las cosas, se explica en buena parte el predominio de los colores rojo y blanco en la capital bonaerense.

Siete partidos ganados en forma consecutiva, haber superado el momento en el cual los resultados no aparecieron, contar con un jugador de la categoría internacional de Verón, dos goleadores como Calderón y Pavone, tener en Braña a un tapón para dar equilibrio entre defensa y ataque y una fuerte dupla central de gran juego aéreo con Alayes y Ortiz son algunos de los argumentos de esta actualidad del Pincha. Y fuera del rectángulo de juego está Simeone. La gran conducción del ex capitán de la selección argentina, técnico de gran presente y enorme futuro, forjó la identidad de este equipo.

Cerca en el tiempo aparecen otras buenas campañas del conjunto platense: las que tuvieron como técnicos a Merlo y Burruchaga. Aquel equipo de Mostaza (quien pegaría el portazo sin nunca saberse bien porqué) fue protagonista durante tres cuartas partes del torneo, pero se mancó en el sprint final. Le faltó a su técnico valor futbolístico para ir por el título, esa sensación se extendió a sus dirigidos y el equipo jugó los últimos partidos del campeonato a no perder. Los muchachos del Cholo podrán no ser campeones, pero a diferencia de aquel de Merlo, no lo perderán por dubitativos ya que este equipo tiene personalidad, juego y ambiciones ofensivas sin descuidarse en el fondo.

Para reemplazar a Merlo llegó Burruchaga, de buenas campañas en Arsenal. La historia del campeón mundial en México 86, con matices, coincidió con la de su antecesor: buen comienzo e insípido final. La sustentada ilusión de los dirigidos por Burru no fue en el torneo doméstico, sino en el regreso del León a la Copa Libertadores al llegar a los cuartos de final. Pero el inexplicable mamarracho de la Conmebol, con al venia de la AFA, al jugar los partidos de ida de los cuartos de final del certamen continental antes del Mundial y los de vuelta tras la cita germánica, hicieron que Burruchaga abandonase el proyecto para hacerse cargo de Independiente. Optó por la seducción de lo que se presentaba a priori como una mayor vidriera sin reparar en la experiencia de Falcioni, saliente DT del Rojo, quien se alejó del calor y el prestigio muy bien conseguido en Banfield para entrar en esa olla a presión que comparten Independiente, Racing y San Lorenzo, grandes por historia y no por presente. Lo supo también el propio Simeone, quien sufrió el maltrato de Racing.

Estudiantes de La Plata tiene un equipo con la firme decisión futbolística que le imprimió Simeone, un grupo de futbolistas entregado a la causa de la gloria deportiva y una multitud apasionada que alimenta y se alimenta de un sueño con vuelta olímpica.
(Foto: Lanacion.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

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