martes, 2 de julio de 2013

La peor temporada de la historia


El choque entre Vélez y Newell´s, en Mendoza, marcó el cierre de una temporada aciaga. Pésimo formato de competencia, incongruentes reprogramaciones de partidos, violencia, muerte de un hincha, tribunas vacías y dirigentes continuamente por debajo de la altura de las circunstancias hicieron de la 2012/13 un pantano.

Vélez ya era campeón, había ganado el torneo Inicial; Newell´s también había festejado su título, al consagrase en el Final. Sin embargo, volvieron a enfrentarse para definir otra estrella. Algo más de 90 minutos otorgaron un campeonato de Primera División. En las décadas del 30, 40 y 50 era necesario afrontar más de 30 fechas para coronarse, pero esta vez apenas alcanzó con un encuentro.

Un título, 1.200.000 pesos y clasificación a las Copas Libertadores (Newell´s ya estaba clasificado antes de jugarla), Sudamericana y Recopa Argentina (campeón de la temporada versus ganador de la Copa Argentina) fue lo que se puso en juego en apenas un cotejo. Demasiado más cerca del sinsentido que del merecimiento deportivo.

El reglamento de la temporada establecía dos ganadores (Inicial y Final) y un campeón (el que surgiese del enfrentamiento entre ambos). Sin embargo, con la competencia en curso se modificó lo establecido para darle rango de título oficial también a la adjudicación de cada uno de los dos torneos.

En el segundo certamen de la temporada, Newell´s se supo campeón en un hotel antes de un partido por Copa Argentina como consecuencia de la suspensión de Estudiantes-Lanús al cabo del primer tiempo por el asesinato de Javier Jerez a manos de un policía bonaerense. El conjunto rosarino no pudo festejar frente a Atlético de Rafaela ya que la reanudación en La Plata, ocurrió después de la fecha 18 cuando correspondía a 17. De todos modos, el festejo hubiese sido en solitario en la cancha de la Crema, ya que la muerte en el Estadio Único determinó la prohibición de concurrencia para el público visitante.

Las recientes agresiones de barras de Independiente a Javier Cantero en la una frustrada asamblea expusieron la violencia reinante y fueron el intento de terminar con una Comisión Directiva votada por los socios, movimiento orquestado por los mismo que llevaron a la institución de Avellaneda a la ruina en la que se encuentra. Los violentos sucesos expusieron que además de los barras bravas como tales, hay socios, dirigentes y periodistas con conductas de barras.

Algunos de ellos son, inclusive, peores que los tradicionales delincuentes de paraavalanchas. El fútbol argentino cerró un año futbolístico que que lo obliga a repensarse en múltiples aspectos. Sus males, lejos de menguar, se hacen cada vez más profusos. Es hora de que el fútbol argentino deje de ser para los vivos.
(Foto: Telam.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

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