martes, 9 de julio de 2013

El argentino que capitaneó al Inter durante la Segunda Guerra Mundial

Atilio Demaría y Luis Monti fueron los primeros futbolistas argentinos en disputar dos Mundiales consecutivos. Estuvieron presentes en las primeras ediciones y en ambas se subieron al podio: en Uruguay 1930 fueron subcampeones con Argentina y en Italia 1934 alzaron la copa Jules Rimet con el seleccionado local. En aquella Azzurra campeona del mundo hubo dos argentinos más: Enrique Guaita y Raimundo Orsi.

En la primera Copa del Mundo de la historia, Atilio José Demaría fue parte del equipo que derrotó 6-3 a México en Montevideo, mientras que en la siguiente edición, Vittorio Pozzo lo incluyó entre los once que en Florencia se impusieron a España 1-0 por los cuartos de final. Esas fueron sus presencias mundialistas.

Había nacido en Buenos Aires el 19 de marzo de 1909 y durante el amateurismo jugó en Estudiantil Porteño. Pero a finales de 1930 Gimnasia y Esgrima La Plata, campeón de Primera División en 1929, lo contrató para una gira mundial de casi cuatro meses, que se inició en Brasil el 12 de diciembre en un empate 1-1 con Vasco Da Gama y luego continuó por España (donde el Lobo derrotó a Real Madrid y Barcelona) Francia, Alemania, Checoslovaquia, Austria, Italia, otra vez España, Portugal y nuevamente Brasil, donde concluyó el 23 de abril de 1931 con la caída en San Pablo ante Palestra 2-1. Demaría anotó 11 goles y a su vuelta al país solamente disputó un partido con el conjunto platense en el torneo de Primera División, frente a San Lorenzo.

Regresó rápidamente a Europa pero para sumarse al Internazionale de Milán donde jugó hasta 1936 y fue, junto Giuseppe Meazza, Luigi Allemandi y Armando Castellazzi, uno de los cuatro miembros del equipo que integraron el primer seleccionado italiano campeón del mundo.

El avance del fascismo lo trajo de nuevo a Buenos Aires para jugar en Independiente. Debutó en el Rojo el 16 de agosto de 1936, por la primera fecha del campeonato de ese año y lo hizo marcando el único gol de su equipo en la derrota 2-1 ante San Lorenzo. Sin embargo serían apenas tres partidos en el elenco de Avellaneda y nuevamente se pondría la camiseta de Estudiantil Porteño para disputar la liga amateur.

Volvió al Inter en 1938 y en 1940 se produjo el cambio de vereda de Giuseppe Meazza, quien pasó al Milan. El hombre que hoy es estadio había sido su compañero en el período anterior en el club nerazzurri y en el mundial de 1934. Fue entonces que se transformó en el capitán del equipo en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, y lo fue hasta 1943, cuando el Calcio se suspendió por el cruento belicismo que destruía hambreaba a Europa.

En el Inter disputó 295 partidos (el segundo argentino con más presencias en el club, detrás de Javier Zanetti) y convirtió 86 goles; además, con seis tantos es quinto máximo anotador del club en la historia del Derby della Madonina. Le marcó dos veces al Milan en un mítico triunfo 5-4 el 6 de noviembre de 1932 y agregó otra conquista en el segundo encuentro de la temporada, victoria por 3-1. Repitió festejos en las victorias 2-1 de la temporada 1933/34, 2-0 de la 34/35 y 3-1 de la 39/40. Después del Inter su carrera continuó en escuadras italianas de menor relieve: Novara, Legnano y Cosenza.

La vida de Atilio Demaría se apagó en la misma tierra que lo vio nacer y formarse como futbolista. Fue en Haedo, a los 81 años, pocos meses después de Italia 90, la Copa del Mundo que en semifinales vio enfrentarse a sus dos selecciones. 

Patricio Insua 
patinsua@gmail.com

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