domingo, 16 de diciembre de 2007

Contratos basura

Ramón Díaz aludió, poco tiempo atrás, al cumplimiento de la palabra empeñada al momento de renovar su vínculo con San Lorenzo para continuar como entrenador y rechazar el ofrecimiento de River. Sin dudas, el proceder del riojano es una rareza en un fútbol en el que ya no la palabra, sino los contratos firmados no valen de nada. Los rompen los dirigentes cuando no están conformes con los resultados y los rompen jugadores y técnicos cuando llega una mejor oferta. Ni siquiera sirven para establecer remuneraciones, ya que dibujan un número ficticio que se completa con sobres sin recibo alguno.

Diego Pablo Simeone tenía un contrato firmado con Estudiantes y es obvio que lo ignoró porque le llegó lo que consideró una mejor oferta, no porque no le hayan negado los refuerzos que pidió. Y de ser así, los pedidos a la dirigencia platense de jugadores como Crespo, Abreu, Cavenaghi o Gallardo como condición para continuar fueron un metafórico modo de rehusar a continuar con el vínculo vigente. Es una pena que un hombre que ocupa un lugar de privilegio en la historia del fútbol argentino en sus primeros pasos como entrenador proceda de este modo.

"Cuando tuve una oferta para irme a mitad de año, Simeone me habló mucho sobre que los contratos se tenían que respetar. Me decía que la palabra es sagrada y ahora es el primero en cagarse en lo que dijo", señaló con todo su enojo Pablo Álvarez. Difícil se le hará al Cholo poder responderle al defensor pincharrata y más complicado aún le será hacer creer que no tuvo contacto con gente de River mientras se disputaba el torneo Apertura 2007.

De todos modos, la protesta de los directivos de Estudiantes no puede ser más que a media voz, ya que hoy es un entrenador el que se aleja, pero saben que prontamente podrán estar en la vereda de enfrente para rescindir el contracto de algún técnico que no consiga los resultados esperados. El actual fútbol argentino propicia enojos tibios, porque quien hoy hace mañana padece, quien hoy se siente atropellado en su derecho mañana atropella al más débil o al descuidado.

Carlos Reinaldo Merlo y Jorge Luis Burruchaga (quien no se fue con un contrato vigente, sino que no lo renovó, cuando tenía por delante el partido de vuelta por los cuartos de final de la Copa Libertadores) dejaron La Plata obnubilados detrás de camisetas grandes pero instituciones chicas por su presente. Lo mismo le pasó a Julio César Falcioni cuando se fue de un Banfield ganador a Independiente. ¿Cuál es hoy la actualidad de estos tres entrenadores?

Es una pena que el Cholo olvide la situación que le tocó vivir en Racing y vaya a un club atractivo por su historia pero en la peor crisis moral y económica de su historia. No son pocos los que pensarán que en este River sin títulos desde hace 4 años Simeone poco tiene para perder. Ojalá en Núñez no se devore a un técnico con condiciones para ser el futuro DT de la selección nacional. Ojalá Simeone no deba arrepentirse del paso dado.
(Foto: Clarin.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

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