miércoles, 23 de mayo de 2007

Millonario turbulento

De un tiempo a esta parte River es noticia por sus escándalos más allá de lo que el equipo haga dentro de un campo de juego. Ventas a grupos empresarios difíciles de explicar, contrataciones también con claroscuros, amparo a los barras y balances cerrados entre gallos y medianoche son algunas de las prácticas que se han hecho cotidianas en el club de Núñez.

Cumplido el año de contrato de Daniel Passarella como técnico, la dirigencia encabezada por José María Aguilar decidió renovarle el vínculo por tres años duplicándole su ingreso. Además se estableció que si el club le rescindía el contrato en el primer año del mismo –el actual lo es- debería pagarle 800.000 dólares, 600.000 si lo hacía en el segundo y 400.000 si lo desvinculaba de la institución en el último año del acuerdo legal entre ambas partes. Sin dudar de la capacidad del de ex capitán de la selección argentina como entrenador, ¿cuál fue el sustento de la Comisión Directiva de River para doblarle el sueldo y garantizarle un reaseguro en caso de ser despedido luego de una temporada sin títulos? No se trata de caer en el exitismo de que sólo sirve el DT que sale campeón, pero es llamativo incrementar en un 100 por ciento el salario de un entrenador que no consiguió el objetivo; porque la meta de River no es otra que ser campeón.

Ligado a cada uno de los escándalos del club aparece indefectiblemente la figura de su presidente. Aguilar aseguró que el malestar de los hinchas (que durante y después del partido ante Estudiantes pidieron la renuncia del entrenador) se acabaría con "dos o tres triunfos seguidos". Está claro que ese es su deseo, porque los malos resultados podrían hacer que las críticas de los habitantes del Monumental dejen de concentrarse en el árbol y vean el bosque; el bosque arrasado por Aguilar.

Las ventas de jugadores a grupos inversores Locarno de Suiza mediante, la multiplicación del ingreso de un entrenador extendiéndole además el vínculo a tres años y poniendo una elevadísima suma ante la posibilidad de que tal contrato sea rescindido, la compra de jugadores en condiciones mucho más desvetanjosas de las que se podía hacerlo (por caso, el colombiano Rivas) entre tantos otros hechos hacen inevitable que el pensamiento se dirija en un única dirección: un negocio millonario del cual seguramente River institución no es el ganador.
(Foto: Fotobaires.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

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