martes, 2 de enero de 2007

Sobre oferentes y administradores

En el mundo del multimillonario negocio que gira entorno a la transmisión televisiva de los partidos del torneo local se suma un nuevo actor de peso: Telefónica. Una nota del periodista Gustavo Veiga, publicada en el diario Página 12 y titulada “La AFA busca salidas para la televisión”, asegura que la mega empresa de capitales españoles estaría dispuesta a desembolsar 2.500 millones de dólares para quedarse con los derechos para la televisación del torneo doméstico por los próximos 10 años. Si bien el contrato que le otorga exclusividad a las empresas que hoy tienen los derechos vence en el año 2014, la intención de la AFA, de no conseguir el aumento que les reclama, sería darle la concesión a los nuevos oferentes lo antes posible.

Los clubes del fútbol argentino reciben hoy alrededor de 30 millones dólares por año (una cifra por demás menor para la envergadura del negocio) y Telefónica multiplicaría ese monto al girar a la sede de la calle Viamonte 250 millones de la moneda estadounidense por temporada. El intento del emporio ibérico abre una camino hasta ahora desconocido: una instancia de puja entre empresas que dé lugar a una licitación, ya que al interés de Telefónica y los actuales usufructuantes del negocio (TSC y Trisa) podría sumarse alguna otra empresa dando lugar a una competencia que derive en una mejora en los ingresos de los clubes.

Pero una lectura lineal no permite ver lo que se esconde bajo la superficie. Existe un problema que es aún más grave que el dinero que se le privó de ganar a los equipos del fútbol argentino en los últimos años. Se trata de quien administra los millones que se reciben actualmente y los que puedan recibirse en el futuro. Esa persona no es otra que Julio Grondona, titular de la AFA desde hace más de 25 años y vicepresidente de FIFA. Entonces, si bajo su conducción antes no se le dio a los clubes lo que merecían, por qué habría de hacerlo de aquí en más. Es decir, podrá haber más dinero, pero eso puede ser incluso contraproducente de acuerdo a como se lo utilice.

Hasta el momento, quines tienen los derechos televisivos pagan una escueta suma por el cotizado producto que comercializan, pero a esto se agrega que desde la AFA se hace un uso al menos cuestionable de ese dinero. Sin dudas por ser hábil al extremo, Grondona puso a los dirigentes del fútbol argentino a comer de su mano y a los que se le opusieron, salvo contadas excepciones, logró asegurarles un ostracismo eterno. De este modo, mayor cantidad de dinero podría derivar en mayor poder para Grondona en tanto portador de una billetera todavía más abultada para firmar cheques a los dirigentes que se acercan a su escritorio rogando por dinero-oxígeno y para continuar haciendo de cada viaje de la selección un tour de lujo. De este modo, asegurarse los votos que lo mantengan al frente de la AFA es una tarea por demás sencilla.

Por su puesto que de esto no se desprende que mejor seguir como hasta ahora. La cifra para transmitir los partidos debe ser incrementada, de modo incluso de otorgar a los clubes una especie de retroactivo por lo que se les privó de ganar en el pasado. Pero el problema principal es quien administrará ese dinero, ya que si todo sigue como hasta ahora mayores ingresos tendrán como resultado más desigualdad entre los clubes poderos y los de menor convocatoria, seguir debilitando a las ligas del interior, amparar y fomentar procederes al margen de cualquier reglamentación, generar más negocios para los amigos de la casa y todas clase de manejos oscuros que han sido una constante desde hace dos décadas.
(Foto: Fotobaires.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

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