lunes, 8 de enero de 2007

Grupos ganadores

Los dirigentes del los clubes argentinos cuentan con un salvo conducto. Se trata de los llamados grupos inversores. En momentos en los cuales el mercado de pases parece un avispero, estas sociedades dicen presente con un rol protagónico. Entonces, las comisiones directivas de las instituciones los utilizan de dos modos: para asegurarse los servicios de un jugador al que no pueden acceder por sus malas administraciones o las de quines los antecedieron, o bien para, testaferros mediante, engrosar sus cuentas con las ventas de sus mejores figuras.

Lo cierto es que estos grupos nada invierten. Juegan plenos en una ruleta que tiene un solo número. Invertir implica la posibilidad de perder. Son entonces grupos ganadores, no grupos inversores. Se aseguraran ganancias por cifras imposibles para cualquier otro negocio enmarcado dentro de la ley. Porque es preciso señalar esto, en la mayoría de los casos toman las medidas necesarias para que los negocios que llevan adelante no tengan ningún viso de ilegalidad.

Caso paradigmático es el de River y la venta de Gonzalo Higuaín, a partir de la cual las sospechas se hacen inevitables. El grupo empresarial que adquirió parte de su pase tuvo, menos de tres meses después, una ganancia del 75 por ciento en dólares al ser transferido el juvenil delantero al Real Madrid. Sobre este tema, en diálogo con Víctor Hugo Morales por radio Continental, Héctor Gimberg, tesorero de River, aseguró que Higuaín fue adquirido por el grupo económico cuando no era tenido en cuenta ni había tenido ningún roce internacional. Una falacia. Al día siguiente de la entrevista, el equipo de Competencia precisó que al momento que River hizo la operación el delantero de 18 años era titular, había jugado Copa Libertadores y era el goleador del conjunto de Núñez en aquel torneo. El riesgo para quienes lo compraron era nulo: ya se trataba de un jugador de varios millones de dólares en el mercado internacional. Si a esto se suma que según el presidente José María Aguilar todos los ejercicios económicos en su gestión han tenido saldo positivo, ¿por qué se hizo una venta así, en la cual el club dejó de ganar mucho dinero? Operaciones como estas han sido moneda corriente en los últimos años en la institución millonaria.

Por el lado de Boca, presentado como una panacea en el fútbol argentino por su presidente Mauricio Macri, cabe recordar que ni bien asumió el empresario en el club de la Ribera dio lugar a la conformación de un grupo que cotizaba en la Bolsa porteña y con el cual empresarios cercanos a él se alzaron con varios millones de dólares por las ventas de importantes jugadores, entre ellos Palermo y Samuel. En la historia reciente llama la atención la política de Boca de haber dejado libres a varios jugadores que después se insertaron bien en las ligas de distintos países.

Independiente, Newell´s y Racing también han tenido en la última década procederes nefastos en lo que remite a la compra y venta de jugadores. En tanto, recientemente, desde Rosario Central un grupo económico mostró su poder al correr del camino a Leonardo Astrada, empujándolo a renunciar a la dirección técnica del conjunto de Arroyito.

En esta historia de pases y millones hay distintas responsabilidades. Por acción y por omisión. Las primeras, obviamente las más pesadas, comprenden a los dirigentes corruptos y los empresarios que se manejan en la misma sintonía. Las segundas tienen que ver con la utilización a la que se prestan los jugadores y con la inacción de los asociados a la hora de fiscalizar a sus dirigentes.

Pero no todo está perdido y podrido. Ahí está Vélez, una muestra de cómo con un proceder decente se puede dar pelea contra todos; contra los más poderos por historia futbolística, contra los poderes de la AFA (que permite los negocios de estos grupos económicos) y contra las preferencias del multimedio más influyente. El ejemplo del club de Liniers demuestra que es posible llegar al éxito de un modo honesto, aunque es evidente que son pocos los que se benefician con un actuar que transita en sentido contrario.
(Foto: Fotobaires.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

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