jueves, 4 de marzo de 2010

Ante Alemania, Argentina aprobó un exigente examen

El núcleo del seleccionado nacional había puesto como punto de partida para Sudáfrica 2010 el encuentro preparatorio ante Alemania. Entonces se planificó ese partido como una prueba de fuego, una puesta en cancha de la idea y los nombres pretendidos para la Copa del Mundo. Porque Argentina mostrará desde el 11 de junio el esquema táctico que empleó en la victoria 1 a 0 ante el elenco germano en el Allianz Arena, de Munich, y, salvo tal vez uno o dos cambios, ese mismo equipo titular.

Ganarle a Alemania en su casa siempre es un hecho resonante. La diferencia pudo haber sido incluso de dos goles de acuerdo a lo expuesto por cada uno. Argentina se plantó con una seguridad muy distante de aquella tibieza que había mostrado en la derrota ante España y expuso un elemento que parecía perdido en el elenco nacional: la presión. El mediocampo integrado por Jonás Gutiérrez, Javier Mascherano, Juan Sebastián Verón y Ángel Di María procuró posicionarse siempre en terreno adversario y obligó a los dirigidos por Joaquim Low a retroceder y jugar en muchas ocasiones la pelota hacia atrás.

En defensa, el equipo se mostró fuerte y prolijo con Nicolás Otamendi por derecha, Gabriel Heinze por izquierda y la zaga integrada por Martín Demichelis y Walter Samuel, en su reaparición en el seleccionado. El aspecto más endeble estuvo en el sector derecho, donde, indudablemente, Otamendi se siente incómodo. El muy buen jugador de Vélez no aportó salida y le costó el cierre en diagonal hacia adentro; pero cuando por movimientos propios del juego apareció como central mostró el tiempismo y la calidad que lo hicieron una de las mejores apariciones del fútbol argentino de los últimos años.

La prioridad de mantener el cero en el arco propio, tal como lo había reconocido antes del partido Alejandro Mancuso, ayudante de campo de Maradona, fue seguramente lo que determinó una defensa de cuatro marcadores centrales, con la confianza de que en el medio Jonás, por derecha, y Di María, por izquierda, se ocupasen de las bandas. La fragilidad de la última línea era el aspecto más endeble del seleccionado y en ese sentido hubo un auspicioso progreso. Una defensa amurallada es condición sine qua non para pensar en una consagración mundialista. Sin ir máslejos, en Alemania 2006 llegaron a la final los dos equipos que mejor se defendieron, Italia y Francia.

La receta de la selección fue un rígido 4-4-2 -ya característico de la era Maradona- que albergó una firmeza defensiva que ya se había insinuado en el estadio Centenario de Montevideo cuando se logró la clasificación al Mundial, una gran presión sobre la pelota y el adversario en la mitad de la cancha y una delantera que pretendía explotar su peligrosa velocidad. Fue una versión de equipo duro, compacto y concentrado que tuvo su contrapunto en la falta de variantes ofensivas y la escasa generación real de peligro. En este sentido, Lionel Messi, el mayor talento del planeta, sigue en deuda con la selección y la selección sigue en deuda con él. Ojalá ambos se encuentren en Sudáfrica.

El partido ante Alemania es un buen punto de partida. Argentina mostró un esquema definido y una idea determinada: cuatro hombres en el fondo, cuatro en el medio y dos adelante para no regalar ni un centímetro atrás, presionar en el medio y atacar con los goleadores de Barcelona y Real Madrid. Esa es la base a partir de la cual edificar, porque aún queda mucho por crecer. El propio Diego lo reconoció en la conferencia de prensa posterior al partido: “Tenemos que mejorar muchas cosas”. El mes previo al Mundial será clave; un período de trabajo para dar forma definitiva al equipo, afianzar conceptos, trabajar en un ataque más profundo y con mayores aristas, consolidar la defensa, maximizar las bandas y lograr un volumen de juego integral. Maradona confía en su idea y mucho en los intérpretes para ejecutarla; éstos, los jugadores, saben que están ante una oportunidad única, la de volver a ser campeones del mundo luego de 24 años.
(Foto: Canchallena.com - Telam)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

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