lunes, 12 de enero de 2009

Bianchi y la novedad del manager

Si en algo el fútbol europeo de las ligas más poderosas tiene un abismo de distancia con el argentino es en sus escenarios y organización. Esto último se ve reflejado en todas las escalas, en la UEFA, en las asociaciones de cada país y en los clubes que las integran. En esta última instancia, la figura de manager o director deportivo se ha hecho, desde hace varios años, esencial para el funcionamiento de las instituciones. Pero se trata de cuestiones de idiosincrasias y formas de trabajo, por lo que, tal vez, lo que es aplicable y algo acostumbrado allí no lo sea aquí. En Argentina todas las tareas referidas al fútbol profesional son llevadas adelante por un número reducido de dirigentes y el director técnico. Así las cosas, ¿nuestros clubes necesitan de un manager o es apenas una copia sólo de formas del modelo europeo?

Por tratarse de Boca y Carlos Bianchi, el nombramiento de quien fue colocado por la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol como el 13º máximo goleador de todos los tiempos (es el argentino mejor ubicado, con 385 conquistas) como manager del fútbol amateur y profesional del club de la Ribera generó una gran repercusión mediática. De hecho, antes que la institución auriazul, las nuevas autoridades de Vélez y Newell´s habían nombrado para la misma función a Christian Bassedas y Gustavo Dezotti, respectivamente, y Banfield desde hace tiempo cuenta con Clide Díaz, aunque su tarea real es más la de un administrativo que la de alguien que toma decisiones. Pero la gran repercusión llegó con el nombramiento del Virrey, por lo mencionado y por la extraordinaria cifra que percibirá en tres años de contrato.

En su presentación oficial, Bianchi –que ya ocupó ese cargo en el Paris Football Club entre 1991 y 1992- inició la conferencia de prensa por la negativa, enumerando las tareas que no estarán en su órbita: participar de los entrenamientos, injerir en la formación del equipo y opinar sobre la táctica a aplicar. Sí, en cambio, aseguró que será su responsabilidad el mercado de incorporaciones y ventas, la negociación de contratos, la venta de amistosos, la organización de giras y viajes, la determinación de lugares de concentración y entrenamiento, la negociación con los sponsors y los viajes por el país para participar de las pruebas para reclutar jugadores. Estas tareas son las que en los últimos años ha realizado con buenos resultados la directiva xeneixe, por lo cual surge la incógnita de si era necesario, en un contexto de crisis financiera mundial a la cual el fútbol no es ajeno, hacer una erogación tan fuerte por una tarea que estaba bien cubierta a costo cero. ¿Cuál habrá sido la reacción en el seno de la CD de José Berardi y Juan Carlos Crespi, los dirigentes que se encargaban de las tareas que ahora realiza Bianchi?.

Consultado por un periodista sobre si su hijo, Mauro, dedicado a la representación de futbolistas, trabajará para Boca, lo negó rotundamente y le espetó, con la acidez y la ironía que suelen mostrarlo altanero (la misma que lo llevó a decir del juvenil Mouche que su apellido es francés y debe pronunciarse Mush y a preguntarle a los cronistas presentes si sabían quién es Arsène Wegner, DT del Arsenal de Inglaterra desde hace 13 años), que su vástago había propiciado el regreso de Lucas Castromán -hasta ahora pésimo negocio para el club por su rendimiento- gratuitamente. En el preámbulo de su presentación, Jorge Amor Ameal, presidente de Boca, había hablado de cuestiones éticas, fundamentalmente para decir que el ex ariete velezano no será el sucesor de Carlos Ischia cuando éste se aleje de la dirección técnica. Habrá que ver qué sucede si Bianchi padre recomiendo la contratación de un jugador representado por Bianchi Jr.

Boca no necesitaba un manager, necesitaba a Bianchi. Si el técnico más ganador de su historia hubiese rehusado aceptar el cargo que le ofrecieron no se habría barajado otro nombre, ya que no es una posición que el club requería para su funcionamiento. Lo que Boca necesitaba era tener al hombre más aglutinador otra vez en el club, premisa que elevó su cotización cuando el Virrey afirmó que no está retirado de la dirección técnica.

El sistema político argentino es fuertemente presidencialista. Quien ocupa el despacho principal de la Casa Rosada avanza y su poder real suele exceder ampliamente al determinado en la Constitución. Esta realidad, como es lógico, se ha derramado hacia otras formas de organización y el fútbol no ha sido la excepción. Incluso más que eso: la Asociación del Fútbol Argentino se encuentra dirigida desde hace tres décadas por Julio Humberto Grondona, quien mediante cooptaciones, favores hechos y recibidos, dádivas, aprietes y demás estratagemas se convirtió en el todopoderoso de la pelota. En los clubes el ejemplo se siguió a pies juntillas y cada uno de los aspectos relacionados al fútbol han sido sólo potestad de los titulares de las instituciones junto a uno pocos dirigentes y el entrenador de turno.

La figura del manager se abre camino en el fútbol argentino. Celos y egos tendrán un rol protagónico en el inicio de este nuevo formato de conducción. Habrá que esperar para saber si la aparición de estos gerentes mudará personalismos o descentralizará el armado del fútbol profesionalizando su manejo.
(Foto: Futbolred.com - AP)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

1 comentario:

Fernando Salceda dijo...

Si queremos un fútbol profesional acorde con lo que es esta actividad en los países que mejor la administran, la figura del manager se hace necesaria; siempre y cuando, obviamente, se respete su lugar y no se convierta en una especie de escribanía que legitima cada decisión de los dirigentes y, de paso, absorbe las responsabilidades de los fracasos.
La máxima dificultad para esto también figura en tu texto. Orgánicamente, la AFA está lejos de ser una institución medianamente seria que pueda ambientar manejo profesional, ya que este tiene entre sus premisas mecanismos de control a los que que los popes de Viamonte no están acostumbrados a someterse; y si desde la casa madre baja ese ejemplo que ha beneficiado a todos los dirigentes alguna vez, mal podemos esperar que el recurso de la idoneidad se generalice.
Me parece bien que sea Boca el que toma esto de esta forma y que haya elegido a un profesional como Carlos Bianchi. Ojalá funcione y se convierta en el primer paso hacia el cambio de mentalidad que tanto le hace falta a nuestro querido fútbol.

Gran abrazo.