
La expulsión de Hay de la sede de Viamonte 1366 tiene sus dobleces. Pese a que poco tardó el trascender el motivo de su despido, las autoridades del fútbol nacional explicaron que la salida respondió a una reestructuración. Ese eufemismo sin dudas busca atenuar la cuestión, ya que lo que correspondía era una explicación referida a graves faltas éticas. Del mismo modo, tampoco queda claro porqué Faraoni lleva varias fechas sin dirigir si se mantuvo incorruptible y tuvo incluso la valentía de realizar la denuncia.
El arbitraje argentino está, más que nunca, en el centro de la escena. Varios años de conductas impresentables, de pésimos árbitros en constante posición de privilegio pusieron al referato en su umbral más bajo de credibilidad. Por eso el circulo no puede cerrarse entorno a Hay y Faraoni. Si el ex árbitro buscó digitar el resultado de un partido fue por pedido de alguien. La corrupción arbitral implica, indefectiblemente, el involucramiento de los clubes, de los dirigentes de las instituciones. No puede entenderse, tampoco, como un hecho aislado.
Algunas temporadas atrás, en Italia se destapó una red de arreglos arbitrales que le costaron nada menos que a la Juventus el descenso y la quita de dos títulos. La AFA dio el primer paso; pronto se sabrá si irá a fondo o si, una vez más y como es de esperar, todo pasa.
(Foto: Infobae.com)
Patricio Insua
patinsua@gmail.com
1 comentario:
El partido fue en la primera fecha y esto salta recién ahora; el arbitraje de Faraoni en aquella ocasión fue casi decisivamente favorable a San Lorenzo. Fantaseo (o no tanto): ¿y si el verdadero detonante de la denuncia fue que Faraoni se cansó de esperar? Se entiende, ¿no?
Un abrazo.
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