lunes, 11 de agosto de 2008

Aunque sea un momento, bien vale el festejo

Los torneos cortos son para una reducida elite. Pese a lo que siempre se aseguró desde la AFA en su defensa, las más de 30 ediciones de certámenes de 19 fechas sólo entregaron un nuevo campeón: Lanús, en el Apertura 2007. Nunca son más de tres o cuatro, con pocas variaciones a lo largo de los años, los equipos que tienen con qué sentirse en condiciones de apuntar al título. El resto, la gran mayoría, el proletariado futbolero, pelea en el largo aliento, en la carrera de 38 fechas. Ahí, los que con mucho esfuerzo se han acomodado un poco, buscan la clasificación a torneos internacionales, aunque les signifique pan para hoy y hambre para mañana; y más atrás aparecen quienes bregan por mantenerse dentro del sistema, es decir, por no perder su lugar en la Primera División.

Entre los que pugnarán esta temporada por no caer del círculo privilegiado del fútbol argentino están San Martín y Godoy Cruz. El sistema de promedios, reaseguro de los grandes, obliga a los recién ascendidos a hacer campañas más que aceptables. El criterio para mantener la categoría genera una desigualdad muy manifiesta: mientras que el Santo y el Tomba deberán sumar no menos de 48 puntos para evitar el descenso o la Promoción, Boca y River podrían perder todos los partidos del Apertura 2008 y el Clausura 2009 que de todos modos se mantendrían en la máxima divisional.

En este contexto, tucumanos y mendocinos lograron comenzar con una sonrisa. En el norte, los dirigidos por Carlos Roldán tuvieron la satisfacción de disputar el primer partido del campeonato y la victoria 2 a 0 ante Huracán generó la gran alegría de un estadio colmado. Por su parte, el conjunto blanquiazul dio el batacazo de la primera fecha al derrotar como visitante con dos goles del colombiano Jairo Castillo a Banfield, que en la previa del campeonato se presentaba como uno de los equipos que mejor se había reforzado y que aspira a colarse en la lucha de arriba.

San Martín y Godoy Cruz dieron apenas un primer paso. Saben lo difícil que será concretar el objetivo de la permanencia y la regularidad que deberán conseguir para conseguirlo sin sufrimiento. El festejo de ambos tras el debut con triunfo es absolutamente lógico, ya que implica haber comenzado del mejor modo un desafío complicado y da fuerza a la ilusión que ya comenzaron a desandar.
(Foto: Mdzol.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

3 comentarios:

Fernando Salceda dijo...

Como oyente fiel de nuestro programa, sabés bien qué pensamos del sistema de promedios. En pocos lugares del mundo, como acá, hay tablas distintas según el objetivo. Más aún: en menos lugares todavía hay parámetros distintos dentro de la misma tabla (me refiero a la de la permanencia, en la que los equipos no dividen todos por la misma cantidad). Un mamarracho "made by Grondona".
Con respecto a los dos equipos que recientemente volvieron a Primera, no creo que "reboten"; es posible que vuelvan a descender, pero se trata de dos clubes únicos representantes de sus provincias en la categoría con mucho respaldo detrás. Además, Godoy estuvo hace poco y, me parece, quienes lo conducen habrán aprendido la lección.

Un gran abrazo.

Santiago Carreras dijo...

Sin más que agregar, la victoria de ambos equipos en la primera fecha da la sensación de alivio. En cambio, si una derrota era la tarjeta de bienvenida ya se comenzarían a tejer supuestos como los siguientes: falta ajustarse a la categoría, los refuerzos no son los correctos, el DT todavía cree que está en la B, etc.
En la misma tónica moderada vale aclarar que, en general, el comienzo de estos equipos es mejor que su epílogo en primera. Basta ver el caso de San Martín SJ.
Abrazo.

Anónimo dijo...

Muchas gracias a ambos por sus comentarios; como siempre enriquecen la nota con sus certeras apreciaciones.
Gracias, principalmente, por tomarse el tiempo de leer habitualmente este blog, es un estímulo y un orgullo saber que cuento con lectores -y colegas, al fin- tan calificados como ustedes