martes, 9 de octubre de 2007

Sólo se recordará si hay un nuevo campeón

El único camino que puede recorrer este campeonato Apertura 2007 para ser recordado en el futuro es por darle al fútbol argentino un nuevo campeón. Lanús -que es seguramente el equipo que mejor juega- Tigre y Banfield son de los conjuntos que están arriba los únicos que nunca dieron la vuelta olímpica. Grato sería que este certamen sirva para agregar otro nombre al cuadro de los festejaron al menos un título. Esta circunstancia no se da desde hace 23 años, cuando Argentinos se quedó con el Metropolitano de 1984.

En contra de estos equipos pesa el vértigo que pueden sentir de verse arriba con la presión propia y ajena de dar el gran golpe de sus historias y el hecho de pelear con equipos ya curtidos en esto de festejar, como Boca, River (a seis del líder pero con el envión de haberse quedado con el superclásico) e Independiente, pese a que los de Avellaneda muy lejos están de festejar con la periodicidad que lo hicieron hasta antes de comenzar la mediática década del 90.

La irregularidad del campeonato, contrariamente a lo que puede parecer a primera vista, no pone a los clubes chicos con las de ganar. La historia del fútbol argentino marca que los equipos no habituados a la gloria de un campeonato han necesitado para consagrarse no de un certamen de las características del actual, sino de campañas brillantes. Así ocurrió con Estudiantes al trasformarse en el primer campeón por fuera de los cinco tradiciones grandes a finales de los 60, con Huracán y los rosarinos que festejaron en la década del 70, con Argentinos y Ferro en los 80, con la instauración de Vélez entre los grandes en el decenio pasado y con la arrolladora etapa final del Pincha de Simeone.

El presente campeonato es parejo por su chatura futbolística. Está para cualquiera de los diez primeros de la tabla porque ninguno de los 20 conjuntos logró trasponer la barrera de los cinco partidos sin caer derrotado. Iguala a poderosos y modestos por acumulación de errores y no por competencia de virtudes y variantes.

Si se hace una proyección de cara a las seis fechas que restan, se deduce que seguramente tendremos al campeón con menos puntos, más derrotas y más goles en contra desde que se disputan los torneos cortos. Poco le importará esto a los hinchas de Independiente, Boca y River si son campeones, pero en este torneo flaco la mejor noticia sería que se lo lleve uno de los chicos que, con buena historia en el fútbol grande de Argentina, nunca obtuvieron un título.
(Foto: Argentinosjuniors.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

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