domingo, 12 de agosto de 2007

Una grata noticia

Marcelo Bielsa vuelve al fútbol, lo cual constituye, en sí mismo, un hecho positivo. Siempre hay que agradecer la vuelta al ruedo de los sabios; y, en materia futbolística, Bielsa lo es. Su regreso implica una inmensa recuperación. Gana el juego con alguien obsesionado en mejorarlo y buscarle variantes. Gana la ética en un ambiente dominado por la peor calaña. Gana el debate futbolero con altura, que tendrá otra vez a uno de sus máximos exponentes a nivel mundial, a alguien que lo enriquece cada vez que se expresa.

La chatura conceptual que domina el fútbol actual encuentra una vía de escape para quienes presten -además de su razonamiento- sus ojos para ver lo expuesto por sus dirigidos y sus oídos para recibir la catarata de riquísimos conceptos que vertirá públicamente. Bielsa volvió, con la convicción de sus ideas y a la vez renovado, para traer aire puro a un ambiente viciado. Su figura se eleva de la media por capacidad y ética: Bielsa encarna una filosofía particular en el modo integral de entender el fútbol.

El rosarino decidió aceptar la propuesta para hacerse cargo de la selección chilena y asume así el desafío de clasificar a los trasandinos a la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010. Pone de este modo fin a un ostracismo voluntario que el 14 de septiembre próximo hubiese cumplido tres años.

El regreso presenta matices. Su conocimiento del juego y su modo de trabajo hacen que, a primera vista, el lugar escogido para el regreso resulte poco. Se agregan, también, graves faltas de conducta en Chile, algo de lo que se supo tanto en la selección mayor durante la Copa América como en la Sub 20 en el Mundial de Canadá; esto tal vez dificulte su trabajo. Además, la prensa local, tanto la deportiva como la amarilla, no le tendrá piedad.

El hecho de que Marcelo Bielsa dirija al otro lado de la cordillera de Los Andes llama a una profunda reflexión en el fútbol argentino, el cual debe pensar qué se ha hecho mal para perderse de tal valor. Chile, país con un pequeñísima historia futbolística si se lo compara con Argentina, tiene ahora un entrenador de mucha mayor capacidad que la poderosa selección albiceleste.

Los adictos al morbo y los detractores que lo siguen esperando con el cuchillo bajo el poncho tendrán su jornada de lujo en la primera fecha de las próximas eliminatorias mundialistas, cuando Argentina reciba a Chile en el Monumental. Duele ya, de sólo pensarlo, imaginar a los imbéciles que lo van a insultar a rabiar cuando se acerque al banco de suplentes. Pero seguramente no faltarán las muestras de apoyo y reconocimiento.

Vuelve Marcelo Bielsa, un didacta y un artesano del fútbol, que recupera así a un pensador de lujo. Su altura y jerarquía bien podrían haberlo colocado en un lugar de mayor relevancia, pero eligió un proyecto en el que seguramente tendrá garantizado el largo plazo y en el cual habrá detectado algo, una motivación y una potencialidad, que sólo su fina percepción puede captar.
(Foto: Fotobaires.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

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