sábado, 12 de julio de 2014

Lo merecen

Lo merece Lionel Messi, el mejor jugador del mundo, porque la postal con la copa después de tanto sufrir lo ubicaría en un lugar de dimensión eterna.

Lo merece Javier Mascherano, por su ya insuperable Mundial y por su entrega sin medir consecuencias en más de 100 partidos en el seleccionado.

Lo merece Ángel Di María, por su trajinar inagotable y por ese llanto al saberse fuera de la semi por una lesión que no está dispuesto a que lo deje sin final.

Lo merece Sergio Romero, por su gran Mundial tras muchos cuestionamientos previos y por esa definición por penales que ya lo dejó en la historia.

Lo merece Gonzalo Higuaín, por su montón de goles y por un torneo en el que jugó mucho más para el equipo que para él.

Lo merece Sergio Agüero por haber superado un desgarro en tiempo récord y por esperar su lugar siendo una estrella mundial.

Lo merece Pablo Zabaleta, que disputó todos los minutos del Mundial afianzado en el lateral derecho, puesto huérfano mucho tiempo.

Lo merece Ezequiel Garay, de bajo perfil y alto rendimiento después de un largo recorrido desde las selecciones juveniles.

Lo merece Martín Demichelis, que después de haber quedado marginado de Alemania 2006 dijo que no quería vivir más y ahora está en una final del mundo.

Lo merece Marcos Rojo, el preferido de las críticas antes de llegar en Brasil y ya en Brasil acaso el mejor lateral izquierdo de la Copa.

Lo merece Ezequiel Lavezzi, de enorme sacrificio táctico incluso contra sus mejores posibilidades en virtud del conjunto.

Lo merece Lucas Biglia, que se ganó su lugar entre los once en la parte más exigente del Mundial y se trasformó en un jugador clave.

Lo merece Fernando Gago, intransigente con su manera de entender el fútbol, modo que le sirvió al equipo para salir de momentos de confusión.

Lo merece Enzo Pérez, que respondió con creces a la confianza del técnico, nada menos que en cuartos y semifinales en lugar del indispensable Di María.

Lo merece Maximiliano Rodríguez, que disputa su tercer Mundial y pateó con alma y vida el penal que nos devolvió a una final después de 24 años.

Lo merece Rodrigo Palacio, que a pesar de su tobillo maltrecho saltó a la cancha para fajarse con los defensores rivales en virtud de sus compañeros.

Lo merece José Basanta, de aporte silencio ante las sonoras críticas, quien cumplió su rol a la perfección cuando se lo necesitó.

Lo merece Federico Fernández, quien atravesó todo el ciclo en el sector más sensible del equipo y debió dejar su lugar en el momento menos deseado.

Lo merece Ricardo Álvarez, que tuvo un puñado de minutos ante Nigeria y mantuvo su talento a disposición en caso de ser requerido.

Lo merece Hugo Campagnaro, el más veterano del plantel, el que acá solo jugó en el ascenso, titular en el debut y luego dispuesto a sumar.

Lo merece Augusto Fernández, el único futbolista de campo que no jugó en los seis partidos, pero le ganó a la adversidad de su cuerpo y entró en lista.

Lo merece Mariano Andújar, suplente por segundo mundial consecutivo pero siempre feliz de ocupar un lugar en la Selección.

Lo merece Agustín Orión, hombre muy fuerte del torneo local que asumió sin complejos su lugar, sabedor de que el Mundial no le daría ni un minuto en cancha.

Y lo merece Alejandro Sabella, que tomó a la selección cuando no era un equipo y armó un conjunto colectivo y que acomodó las piezas con maestría en el momento más complejo del Mundial.

Lo merecen ellos. Lo merece el fútbol argentino. Ojalá suceda.
(Foto: AFA.org.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Puede ser q lo merezcan todos ellos, o no... pero El Futbol Argentino ???? noooooo, el futbol argentino es un desastre, somos competitivos como selección gracias a que nuestros talentos juegan en ligas importantea. El futbol Argentino, es un conjunto de clubes quebrados por negociados q hacen dirigentes corruptos y en el mejor de los casos incapases.Charly.