martes, 1 de enero de 2013

Messi empieza a competir contra él mismo

En 2012 Lionel Messi se dedicó a pulverizar registros y sus 91 goles lo convirtieron en el máximo anotador en la historia del Barcelona y el futbolista en marcar más tantos en un año. Sin que hiciese falta, se ratificó como el mejor jugador del planeta, hecho inobjetable; superó esa instancia para instalarse en un plano superior: llegar a ser considerado el mejor de todos los tiempos.

Enero seguramente arranque de la mejor manera para el rosarino, con su cuarto Balón de Oro, hecho que no registra antecedentes. Como luedo de las temporadas 2009, 2010 y 2011, la Pulga se prepara para volver a hacerse con el premio con el que la FIFA y la revista France Football reconocen al mejor del año con los votos de técnicos y capitanes de los seleccionados y un grupo de periodistas de distintos países.

Con la maestría de conjugar desde la más bella estética precisión, velocidad, definición y astucia, Messi levanta un rascacielos que resulta inmejorable pero sigue alzándose. Con una competitividad tremenda, empuja su techo cada vez más arriba. Cuando parece que ya nada puede ser mejor, corporiza una genialidad, y otra, y otra más. Es la sublimación del fútbol.

Indescifrable desde un talento inagotable, con cataratas de goles para quebrar cifras que parecían para siempre, hace que resulte ridículo considerar que jugadores de la talla de Iniesta, Xavi y Cristiano Ronaldo son mejores que él.

Es el mejor de todos en el mejor equipo de la historia, el Barcelona que se originó en la Masía, moldeó a la perfección Josep Guardiola y hoy continúa Tito Vilanova. Además, elevó de un modo absolutamente determinante el nivel de la Selección después de que durante un buen tiempo el equipo argentino, desacompasado, limitase sus posibilidades.

Arranca un nuevo año y así se inicia la competencia de Messi contra el único capaz darle alcance: él mismo en su versión 2013.
(Foto: Telam.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

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