martes, 17 de agosto de 2010

La serena resistencia de Borghi

El tono ameno, la sonrisa fácil, las explicaciones sustentadas y el humor sin ironía son las principales marcas de los diálogos de Claudio Borghi con la prensa. Sus formas se contraponen con la locura de urgencia que impera en el fútbol argentino. No lo contamina la histeria generalizada. En una caja de resonancia como casi ninguna otra, el Bichi mantiene su tranquila prédica de hablar del juego con pausada reflexión, aunque sabe perfectamente la premura que lo rodea. “Boca siempre es noticia, hasta cuando yo bostezo", figuró en su última conferencia.

En apenas dos fechas, tras un empate y una derrota, el entrenador xeneixe ya sintió cómo el aleteo de una mariposa puede generar un sismo en la Ribera. Desde el momento mismo de su desembarco, incluso antes de que dirigiese la primera práctica, desde distintos puntos del mentado mundo Boca se miró con recelo su sistema táctico con una línea de tres hombre en el fondo. "Esto es fútbol, ganar es muy importante, a veces más importante que jugar bien. Me gusta ganar como a mucha gente. No hemos podido hacerlo y no es un drama tan grande“, contempló.

Cosechado un punto de seis posibles, los cuestionamientos apuntaran al esquema con tres defensores. En un programa televisivo, Carlos Aimar, técnico que se formó de la mano del gran Carlos Timoteo Griugol, se ocupó por explicar desde el análisis de las imágenes de los encuentros de Boca que hasta aquí el funcionamiento táctico del equipo ha sido muy prolijo y de muy buena sincronización entre los mediocampistas y la última línea. Así fue como dio cuenta que de los tres goles que recibió Boca, uno fue por una mala decisión individual de Matías Giménez (ante Godoy Cruz), luego de cubrir perfectamente el sector que le correspondía, y otro por un accidente de Clemente Rodríguez (ante Racing), quien tropezó con la pelota cuando ya habían cerrado todos los caminos posibles a su rival. El restante fue desde un tiro libre en el cual el autor de la conquista (Claudio Yacob, de Racing) se encontraba en clara posición adelantada.

Claudio Borghi no cede ante los aguijoneos, ni se sube a la montaña rusa que busca constantemente el conflicto. Sus formas seguirán siendo las que tuvo en el momento de alejarse vencido de Independiente o de ser campeón con Argetinos Juniors. Siempre es buena esa serena resistencia.
(Foto: Canchallena.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

2 comentarios:

Speranza dijo...

Si este artículo contenía algo de clemencia para Borghi, ayer se le acabó.
Gol de penal: Línea de fondo en línea, retrocediendo, un arquero que sale rápido y así, apresurado, comete penal. Matos, uno a cero.
Tiro de esquina (luego de sufrir el agobio de All Boys durante varios minutos). Flojo en la marca, cabezazo y gol.
Luego, para detener a Ereros, Boca cometió entre Battaglia, Medel, Mendez y Caruso no menos de 15 faltas.
Una murga con un director técnico gracioso. Para reírse un rato está bien.

Patricio Insua dijo...

Creo que el esquema de Borghi había funcionado bien en los dos primeros partidos, pero fallaron las individualidades. Ante All Boys sí fue un desorden táctico alarmante.
Por el resto, ayer al ponerse plazos, el Bichi, pese a su serenidad de siempre, se subió a la ola de histeria contra la que pregona.