martes, 15 de junio de 2010

En el buen camino: el de la ilusión sustentada

El debut de la Selección argentina en Sudáfrica 2010 dejó muchos más gestos de satisfacción que de preocupación. En la victoria 1 a 0 ante Nigeria, con gol de Gabriel Heinze, tras una buena jugada preparada, el conjunto de Diego Armando Maradona mostró su temible poder de ataque y si no goleó fue por la inspiradísima tarde que tuvo Vincent Enyeama, el arquero de las Águilas. Por si hacía falta, Lionel Messi demostró que es el mayor talento del Planeta Fútbol, el hombre más desequilibrante. Cada vez que el rosarino tomó contacto con la pelota mostró esa descarga eléctrica que no hay disyuntor rival que pueda detener. Competitivo al máximo, La Pulga anticipó que pretende que este Mundial sea el lanzamiento definitivo para instalarse entre los mejores de todos los tiempos.

Maradona eligió un esquema 3-4-3, el que mejor se ajustaba para sacar máximo provecho del tremendo poder de fuego que ofrece el tridente Tévez-Higuaín-Messi. Pero hubo una flaqueza marcada, un hueco evidente: el sector derecho de la defensa. Jonás Gutiérrez quedó casi siempre a mitad de camino, ya que no fue ni marcador lateral ni un mediocampista lanzado. De todas maneras, asumir el riesgo valía la pena; aunque Diego seguramente haya tomado nota de que ese es un aspecto a mejorar pronto.

Si se lo compara con el estreno de resto de los campeones del mundo, lo de Argentina fue claramente superior a lo mostrado por Uruguay, Francia, Inglaterra y Brasil. También fue mejor a lo expuesto por el monarca reinante, Italia; pero en el caso de la Azzurra vale destacar el peso de la oposición: el durísimo Paraguay de Gerardo Martino. El debut de Alemania fue superior al de argentina porque logró poner en marcador final la diferencia que hubo en el juego; pero acá también se impone remarcar que el rival fue la modesta Australia.

La próxima escala para la Selección será Corea del Sur, que impondrá una oposición más dificultosa que la de Nigeria. Si bien la intención de Maradona es repetir el equipo, la contractura que sufre Juan Sebastián Verón en el gemelo de su pierna derecha podría marginarlo. Era previsible que por su edad (35), el desgaste que implicó una dura temporada y el lugar en la cancha que ocupa -expuesto a un gran desgaste y, por ende, a las tarjetas- el capitán de Estudiantes perdiera su lugar, aunque no se esperaba que ocurriera tan pronto. La lesión de La Bruja no es grave y si se tratase de una instancia de eliminación directa ya estaría confirmado como titular. Pero el margen por haber ganado el primer partido permite preservarlo del riesgo de un desgarro, que sería su despedida del Mundial.

Si Verón no llega su lugar será ocupado por Maxi Rodríguez. Gran conocedor del sector derecho de la mediacancha, el ingreso del hombre del Liverpool, de Inglaterra, implicaría un cambio de esquema: un 4-3-3, con Jonás decididamente como lateral.

Maradona sabe perfectamente cómo se encara una Copa del Mundo y la importancia de administrar de la mejor manera los recursos de los que se dispone. Es en esa planificación que pude radicar la diferencia entre seguir o quedar en el camino. Maradona sabe, cuenta con las herramientas y tiene la llave maestra en manos del portador de su casaca, la N° 10.
(Foto: Telam.com)

Patricio Insua
patisua@gmail.com

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