lunes, 17 de marzo de 2008

El destino buscado

La muerte, una vez más, visita al fútbol argentino. Los dirigentes se apresurarán a deslindar responsabilidades, la Policía buscará explicar lo inexplicable y las autoridades nacionales se cruzarán acusaciones. Desde la AFA, con cargo inventado, el aprendiz y mano derecha del mandamás dirá que la violencia es social, que no se pueden cerrar los supermercados por los asaltos y bla, bla, bla.

En medio el dolor de la familia de este chico de 21 años, el del muerto de ayer o el de mañana. Lo mismo le da a los dirigentes, las autoridades y los medios. Es un muerto más, el número tanto. Para ellos no son personas, son daños colaterales del negocio redondo. La pelota sigue girando, ese poder económico voraz no la detendrá y la elite gobernante no se desprenderá de su más efectivo sedante social.

La sinrazón en la que se desarrolla nuestro fútbol implica un lógica nefasta en la que estos sucesos trágicos, por todos los costados evitables, no cambian la ecuación. Un muerto del fútbol. Otro. Una familia estropeada. Otra. Todo pasa; sin dudas, todo pasa.
(Foto: Diariohoy.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

No hay comentarios: