martes, 23 de junio de 2015

El escándalo FIFA y su costado argentino

El estallido en la FIFA por la investigación del servicio de inteligencia estadounidense todavía no conoce sus implicancias finales. Ya fueron apresados siete dirigentes y Joseph Blatter debió renunciar a la presidencia tras casi 20 años en el cargo. El futuro del suizo también puede estar en un calabozo. Decenas de millones de dólares que volaron de unas cuentas a otras para comprar voluntades en lo que refirió a las designaciones de las sedes para los últimos Mundiales son el núcleo del escándalo global.

La redada del FBI implicó a tres argentinos, no por recibir coimas sino por pagarlas, y de esa manera obtener derechos de televisación. Se trata de Hugo Jinkis, su hijo Mariano y nada menos que Alejandro Burzaco, el monje negro del fútbol argentino. Mientras que los Jinkis, dueños de Full Play, se entregaron días atrás en Buenos Aires, Burzaco lo hizo en Italia. En Bolzano, pueblo alpino italiano cerca de la frontera con Suiza, tiene arresto domiciliario (igual que los Jenkis en Buenos Aires) en un coqueto complejo a la espera de la extradición a Estados Unidos, donde su pena podría quedar morigerada de acuerdo a la información que aporte.

Torneos y Full Play se asociaron con la empresa brasileña Traffic para explotar las imágenes de la Copa América en la cual Argentina busca conseguir un título después de 22 años.

Por la acusación de pago de coimas, Burzaco fue desplazado como CEO y presidente de Torneos, empresa de la que de todos modos retiene el 20 por ciento del paquete accionario (DirecTV posee el 40 por ciento, la familia Nobal el 20 y el restante 20 es propiedad de un fondo de inversión extranjero). En los últimos años de vida de Julio Humberto Grondona fue una permanente voz en sus oídos que jamás dejó de ser escuchada por quien manejó con mano de hierro los destinos del fútbol argentino durante más de 30 años. Del informe de 164 páginas que hizo circular el FBI se desprende, con escaso margen de confusión, que Grondona era Burzaco y Burzaco era Grondona.

A pesar de cortar su tajada por ser uno de los propietarios, Burzaco se movía dentro de un sistema de cobros y pagos ilegales para beneficio de Torneos (socia del Grupo Clarín en la propiedad de la señal deportiva TyC Sports). Hasta ahora, llamativamente, el foco mediático se circunscribe al empresario, dejando de lado a la compañía, cuando el pago de coimas millonarias fue para beneficio de la empresa.

Fútbol para Todos, el programa estatal que le devolvió a la gente el derecho a ver fútbol por televisión, debería prescindir de cualquier vínculo con la sospechada empresa de contenidos deportivos. La relación ha sido estrecha, pese a que la iniciativa gubernamental establecida en 2009 venía a romper no solo un negocio vil, sino el paradigma instaurado por la otrora Torneos y Competencias. Ese paso definitivo es el que debería darse ahora.

Tiemblan los cimientos de la FIFA por la fehaciente comprobación de algo que siempre se supo. Tiemblan los cimientos de la AFA por algo que tampoco sorprende a nadie. Se destapan ollas del manejo que tuvo Julio Grondona, se agudiza la disputa por el mando en la sede de la calle Viamonte y se corrió el velo sobre Torneos, que a lo largo de 25 años extendió sus tentáculos a todos los ámbitos del fútbol argentino.
(Foto: Perfil.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com