martes, 25 de febrero de 2014

El legítimo valor de la memoria de los hinchas

Es muy difícil encontrar algún punto destacable en los 14 meses de gestión que lleva el tercer ciclo de Carlos Bianchi en Boca, pero los hinchas, memoriosos y agradecidos, en su mayoría no tienen cuestionamientos hacia el entrenador. Ni el mal funcionamiento ni la falta de buenos resultados empañan la imagen que los habitantes de la Bombonera tienen del Virrey. La gloria del pasado inclina la balanza hacia un apoyo prácticamente sin reservas.

En tiempos de una histeria en la que el gana-pierde es la ley que marca la suerte de los técnicos, Boca, su gente, marca la excepción. Aunque la imagen que da es la de uno distinto al que fue, los hinchas confían en la capacidad del entrenador para reeditar las conquistas del pasado.

En un falso alarde de autoridad, Daniel Angelici, presidente de Boca, aseguró que no le temblaría el pulso si entendiese que lo mejor para el club es el alejamiento de Bianchi. Probablemente haya operado un cambio en el conductor de la Domisión Directiva xeninze, porque sí le tembló cuando no le renovó el contrato a Julio Falcioni y corrió en busca del refugio del nombre de Bianchi luego de una maniobra claramente urdida.

La lógica del hincha no es la misma que la de la dirigencia ni la del periodismo, que evalúan desde otra perspectiva. Ahí sí, públican y en voz baja, se escuchan críticas. La salvedad debe hacerse: un amplio sector de los dirigentes del fútbol argentino y del periodismo deportivo, lejos está actuar conforme a lo que debería ser. En los primeros sobra demagogia e incoherencia; en los otros, intereses y posiciones personales.

Se lo ve incómodo a Bianchi, bamboleándose en un fútbol que es distinto al que dejó hace ocho años. Un período de inactividad tan grande es una hipoteca difícil de levantar en cualquier profesión cuando se opta por la vuelta al ruedo. Pero el Virrey cuenta con el apoyo incondicional del pueblo xeneize, no es poco. 
(Foto: Telam.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com