martes, 26 de noviembre de 2013

Cuando no hay imposibles

Con un desatino tras otro, el fútbol argentino se agrede a sí mismo. Una organización tan pobre habilita cualquier procedimiento. Cuando no hay imposibles, entonces lo inverosímil se hace real, porque los reglamentos son letra muerta. Las normas no son ya taxativas, sino que tienen una flexibilidad que se ha vuelto insoportable al deformarlas por completo.

El partido que debían disputar Colón y Atlético de Rafaela por la 16° fecha del torneo Inicial no se jugó a partir de una medida de fuerza de los futbolistas sabaleros, algunos con un año de atraso en sus haberes. Presentes en el estadio Brigadier General Estanislao López, los jugadores de la Crema se retiraron luego de firmar la planilla del encuentro. El plantel de Colón nunca salió de la concentración.

Sin embargo, al momento, casi diez días después de lo sucedido, la AFA todavía no se expidió al respecto, pese a que el artículo 109 del Reglamento de Transgresiones y Penas de la propia entidad es muy claro al respecto al señalar que el equipo que no se presente pierde el encuentro y se le descotarán además tres puntos. En el mayor profesionalismo o en el menor campeonato de barrio, se sabe, no presentarse implica perder el partido.

Los jugadores de Colón obraron legítimamente en su condición de trabajadores, pero no podían desconocer las implicancias que su determinación conllevaba. Pero no fueron ingenuos, saben en qué ámbito se mueven. Sebastián Prediger, capitán del equipo, contó en una nota radial que Sergio Marchi, titular de Futbolistas Argentinos Agremiados, le dijo que no se presenten, que mantengan su protesta, ya que de ninguna manera perderían los puntos dado que el encuentro se reprogramaría. Los futbolistas y el máximo dirigente de su gremio conocían la sanción que implica no presentarse a un partido, pero también saben que en el fútbol argentino todo es posible y no hay regla que no pueda ser vulnerada.

Pese a que al otro día del suceso debió dársele por ganado el partido a Rafaela, la AFA no lo hizo y de esta manera desvirtuó uno de los encuentros más importantes de la fecha posterior. San Lorenzo se presentaba en la Perla del Oeste como líder, con 30 puntos, pero los dirigidos por Jorge Luis Burruchaga salieron a la cancha con 24 unidades en la tabla de posiciones y no con 27, como correspondía.

Atlético de Rafaela y Colón debían jugar por la 16º fecha, pero ya se jugó la 17º y se programó con días, horarios y árbritros la 18º sin que la AFA dicte su sentencia. Tanta dilación de algo que debió resolverse inmediatamente al no haber lugar para interpretaciones, no hace más que pensar que la posibilidad de que ese partido se juegue es concreta. Si sucede, el fútbol argentino se habrá infligido una nueva herida.
(Foto: Telam.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

martes, 12 de noviembre de 2013

El amateurismo profesionalizado

“En Boca pasa una situación difícil. Yo siempre pregunto por todos los chicos y a quien le preguntás te dice que todos son cracks. Los chicos de 14 o 15 años ya viven como los de Primera, porque se les paga muy bien desde chicos. Si te tratan así cuando tenés 14 años, te sacan la ilusión de llegar a Primera".

La frase la pronunció Juan Román Riquelme en una conferencia de prensa, con una claridad y contundencia conceptual que no asombra. Casi siempre sus exposiciones públicas dejan algo sustancioso. El capitán de xeneize apuntó a un aspecto central: el amor por la tarea, la valoración del esfuerzo y la importancia de los procesos.

En la etapa de formación juvenil, los adolescentes deben saber –y asumir- las tempranas responsabilidades y conductas que exige el fútbol para llegar a ser un profesional, pero sin perder de vista el aspecto lúdico del juego y la aceptación de que el recorrido no necesariamente desembocará en la meta deseada.

El período amateur es indispensable en la formación de un futbolista, reducir esa etapa es nocivo para la persona y para el deportista. Además, muchas veces los chicos cargan con frustraciones familiares, o con responsabilidades de un adulto: ser el sostén económico del hogar, o llegar a serlo prontamente. La combinación es tan peligrosa como extendida.

Riquelme advirtió sobre una situación que pasa invertida y de las cual los clubes y el fútbol argentino en general deberían tomar nota.
(Foto: Ole.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com