lunes, 27 de abril de 2009

Para la FIFA sólo afecta la altura

Pese a su frustrado intento del pasado año, la FIFA volvió a la carga contra la disputa de partidos internacionales en ciudades marcadamente elevadas sobre el nivel del mar. La determinación que regirá a partir de 2011 establece que no podrán disputarse cotejos de selecciones o continentales entre equipos en aquellos estadios que se sitúan por sobre los 2750 metros. De este modo, en Sudamérica Bolivia no podrá ser local en La Paz (3600 metros) ni Ecuador en Quito (2800 metros). Carlos Palavacini, integrante de la Comisión Médica de la FIFA, argumentó que lo que busca esta medida es “normalizar el juego” y puntualizó que “todos los que van a La Paz sufren una desventaja”. Palavacini fue aún más lejos al señalar que si bien nadie murió en La Paz por disputar un encuentro no se debe esperar a que esto suceda para tomar medidas.

Pese a los cuestionamientos que se realizan desde distintos sectores, la prédica de la FIFA no es infundada, ya que científicamente está probado que el llamado mal de altura produce trastornos físicos. La dificultad que implica jugar en los lugares más elevados sobre el nivel del mar sin el período de adaptación necesario (el cual sería imposible de cumplir con los actuales calendarios de competencias) es incuestionable y por eso los países que disponen de ciudades en el llano y en el alto prefieren ser locales en las últimas, a sabiendas de la dificultad extra que implica para sus rivales.

Ocurre que la decisión de la FIFA se vuelve injusta por parcial, por no ser equitativa. La altura no es el único elemento que condiciona el normal desarrollo de un partido. Si el ente rector del fútbol mundial determina que no se puede jugar por sobre los 2800 metros de altura, también debe establecer la veda de partidos a partir de temperaturas mínimas y máximas. Así, por ejemplo, se hace necesario elaborar un parámetro a partir del cual no se disputen encuentros si los termómetros están por debajo de los cero grados centígrados o por encima de los 35. Incluso no bastaría sólo con esto, sino que también habría que legislar en cuanto a la nieve y la humedad que hace al calor más intenso. La severa polución ambiental y la condesanción de enfermedades endémicas en determinados territorios también es un punto a evaluar.

Claro que establecer todas estas restricciones implicaría no la protesta ecuatoriana o boliviana, que difícilmente le preocupe a la FIFA, como sí los enojos de distintas potencias europeas que por las temperaturas extremas y las nevadas de muchas de sus ciudades deberían eventualmente suspender partidos. También se vería afectado el millonario fútbol mexicano si se estableciera que no se puede jugar en el mítico estadio Azteca del contaminadísimo DF y sería imposible disputar partidos en África (cuyas asociaciones fueron decisivas para que Joseph Blatter llegue al máximo puesto ejecutivo del fútbol mundial), por sus problemas sanitarios y su calor agobiante.

La FIFA asegura que no se puede jugar a más de 2750 metros sobre el nivel del mar pero avala que no ya futbolistas profesionales sino chicos menores de 17 años disputen un campeonato mundial en Nigeria, para lo cual deberán aplicarse un cóctel de una docena de vacunas y disputarán partidos con un temperatura de alrededor de 40 grados y una humedad del 80 por ciento aproximadamente.

La doble moral de presentarse como un templo de las buenas costumbres del deporte y ser en realidad una empresa que factura miles de millones de euros desde infinidad de hechos de corrupción es la carta de presentación de la FIFA. Marca, además, claras diferencias entre sus afiliados poderosos y los otros; por eso, si veta la altura no es por las dificultades físicas que se conocen hace décadas, sino por las constantes quejas de Brasil y Argentina por tener que ir a jugar a La Paz.
(Foto: Flickr.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

lunes, 20 de abril de 2009

Elizondo deja su cargo en la AFA para ser instructor de la FIFA

Hace poco más de un año, en mayo de 2008, el escenario era el mismo que el de este último fin de semana. Boca y River se enfrentaban en la Bombonera y la responsabilidad arbitral recaía en Gustavo Bassi. Aquella designación marcó una herida de muerte a la figura de Horacio Elizondo como titular de la Dirección de Formación Arbitral y la de este fin de semana coincidió con el dilatado alejamiento del cargo de quien dirigió el partido inaugural y la final del último Mundial. Su salida aún no es oficial, algo que se dará prontamente; incluso ya se sabe que Miguel Ángel Scime será su reemplazante.

Luego de la 12º fecha del torneo Clausura del pasado año Elizondo había pedido que una serie de árbitros fuesen parados para el siguiente fin de semana. Bassi integraba esa lista, pero la AFA no sólo desoyó la solicitud de sancionarlo por malos desempeños sino que lo designó para dirigir el encuentro top del fútbol argentino por primera vez en su vida.

Los cometarios de aquel entonces en los pasillos de Viamonte 1366 susurraban que el motivo de darle el partido más grande a un árbitro menos que discreto era su inminente retiro. El nivel de los réferis argentinos es tan cuestionable y lo que hay detrás de ellos tan oscuro, que nadie podría asombrase porque se le regalase a alguien un River-Boca. Sin embargo, nada de eso sucedió. Bassi continuó e incluso, pese a sus recurrentes malas actuaciones, fue elevado en la consideración del Colegio de Árbitros, a cargo de Jorge Romo. Así, en este último año fue designado para varios clásicos más y distintos partidos de trascendencia. Recientemente restaurado el sorteo de árbitros, de todos modos no fue inesperado que su bolilla haya salido para el superclásico, ya que se especulaba con su designación previamente.

Haber tardado tanto en salir de la AFA cuando cada una de sus decisiones y pedidos fueron sistemáticamente desoídos lo único que hizo fue dañar la imagen de Elizondo. Después de tantos años en el referato argentino suena demasiado ingenuo pensar que, quijotescamente, creyó podría contra los molinos de viento que tenía por delante, contra los vicios que rodean al arbitraje argentino, y por eso se quedó pese a la bofetada que había significado la designación de Bassi para el superclásico de abril de 2008 y la posterior marginación que lo mantuvo como una figura decorativa. De hecho, Elizondo renunciará porque encuentra un mejor puesto ejecutivo, a partir de que la FIFA le ofreció ser Instructor de Árbitros de Sudamérica. Seguramente Elizondo no cuenta con una solidez económica que le permita vivir sin trabajar. Eligió el arbitraje como profesión y el cargo que tendrá significa una mejora laboral, lo cual no es cuestionable. Pero deberá asumir las implicancias que tiene pertenecer a organismos que no son trasparentes y, por lo tanto, caer en conductas inapropiadas.

Horacio Elizondo dejó una muy buena imagen como réferi, tocando su punto más alto un año antes del retiro, cuando en 2006 dirigió el primer y el último partido de la Copa del Mundo de Alemania y fue elegido por la FIFA como el mejor arbitro del globo. Sus primeros pasos generenciales no han sido buenos. Aunque tal vez no hay otra manera de permanecer en los poderes organizativos del fútbol, ya sea a nivel nacional, continental o mundial, que no sea transitando en zigzag.
(Foto: Elpopular.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

lunes, 13 de abril de 2009

El modelo Newell´s

La semana última se supo, a instancias de la auditoria encargada por la Comisión Directiva de Newell´s, que el tendal que dejó Eduardo López en la entidad rosarina es de 80 millones de pesos. En ninguna liga seria del mundo podría seguir participando en la máxima división con semejante pasivo. Pero el organismo que debería excluirlo, que tiempo atrás prometió que todo club endeudado no podría empezar el campeonato, es quien más hizo por el endeudamiento de la institución: la propia Asociación del Fútbol Argentino es su principal acreedor con 24 millones de pesos.

El último balance presentado por la administración de López, el 30 de junio de 2008, reflejaba que la deuda con la AFA era levemente inferior a los 10 millones de pesos. Sin embargo, apenas cinco días después de la derrota electoral y posterior huída de quien fuera, sin hablar inglés y con fobia a los aviones, Secretario de Relaciones Internacionales del Comité Ejecutivo presidido por Julio Grondona, la cifra se incrementó más de un 150 por ciento a partir de una serie de cheques que aparecieron en la casa matriz del fútbol argentino. Es decir que la AFA hizo silenzio stampa cuando se aprobó un balance dibujado, falseado.

En este escenario, el presidente de Newell´s, Guillermo Lorente, y el tesorero, Jorge Ricobelli, viajaron hasta Buenos Aires para reunirse con Grondona. Pero, ¿de qué otra manera que no sea de rodillas pueden entrar a Viamonte 1366? El endeudamiento es una de las estrategias del poder afista para perpetuarse: a los actuales titulares de los clubes los puede cooptar con los lujosos tours que acompañan a la selección en cada uno de sus viajes, pero se blinda contra posibles rebeldías de sus sucesores al endeudar a los clubes. La pretensión no es cobrar sino tener esos préstamos como reaseguro.

Otro apartado de la deuda también tiene a la AFA como protagonista. En su momento, López le vendió a Boca parte de los pases de Fernando Beluschi y Ezequiel Garay, pero ni el mediocampista ni el defensor se vistieron jamás de azul y oro. Esto generó un pleito entre ambas instituciones por el cual los Xeneixes presentaron un embargo en la AFA por 3.650.000 pesos, los cuales se le descontarán a la entidad rosarina de lo corresponde por derechos de televisación.

Otro punto escandaloso que reveló la auditoria es la deuda que Newell´s tiene con la financiera Clima. López sigue ahora la campaña de Tiro Federal, cuyo presidente, Carlos Dávola, es propietario de la firma crediticia a la que el club rojinegro le debe casi 5 millones de pesos. Es decir, Newell´s podría tener cuentas pendientes con Tiro Federal por pases y préstamos de jugadores, pero en lugar de tenerlas con el club las tiene con la financiera de su presidente, que es integrante del Comité ejecutivo de la AFA como uno de los dos representantes de la B Nacional.

Fueron muchos los hinchas de Newell´s que tuvieron una perseverante oposición al despotismo de López. Pese a que el Coloso del Parque se mostró a tope en los últimos años cada fin de semana que jugaba la Lepra, no todos los que alentaban y penaban por sus colores eran defensores de la política de López. Ocurre que los disidentes encontraban muy poco lugar en los medios y, se sabe, en esta era posmoderna, ser es estar en los medios. A rey muerto rey puesto, los sectores periodísticos que nunca cuestionaron los manejos de López son los mismo que ahora se rasgan las vestiduras por la deuda generada.

La mayoría de los hinchas protestan cuando se pierde. La remodelación del estadio y el campeonato de 2004 disminuyeron notoriamente las voces discordantes y dieron vía libre para los más ladinos negocios. Claro que esto no es patrimonio de los seguidores de Newell´s. Lo mismo les sucedió a San Lorenzo en tiempos de Fernando Miele, con la inauguración del Pedro Bidegain y el festejo de un campeonato tras muchos años sin cancha ni títulos, y a Racing con el gerenciamiento, que de entrada logró el campeonato por el que los hinchas esperaron 35 años. Cuando José María Aguilar deje la presidencia de River y Carlos Portell ya no sea el mandamás de Banfield se conocerá lo que implicaron sus pasos por estas dos instituciones.

La coyuntura puede hacer que en ocasiones se consiga un logro deportivo sin el orden institucional necesario, pero lo que se ve en el campo de juego no es más que un reflejo del manejo en los escritorios de los clubes. La mayoría de los dirigentes viven de esos cargos y por eso son lugares que no están dispuestos a dejar. Así, utilizan los peores medios para impedir el acercamiento de los socios a las cuestiones del club. Sin embargo, un estadio que expresa su disconformidad es siempre una presión a las cual los directivos temen, por lo que sería beneficioso para el fútbol argentino en general y para cada club en particular que el reclamo de los hinchas y socios no dependa del resultado de un partido o la posición final en un campeonato, sino que se haga sentir cada vez que los manejos no sean los que corresponden.
(Foto: Rosario3.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

lunes, 6 de abril de 2009

Frente interno

La estrepitosa derrota en La Paz ante Bolivia 6 a 1 generó, como era de esperar, una serie de cuestionamientos desde distintos sectores de la prensa. Hubo críticas fundadas y equilibradas, que son las que alimentan el debate con altura y construyen. Pero más aún abundó el circo, propio de realidad mediática que funciona hace ya buen tiempo. Entonces, a los oscilantes oportunistas que ponderan exultantes en la victoria y señalan con gravedad en la derrota sin más argumento que el resultado puesto, se sumaron los que estaban esperando a Diego Maradona con el cuchillo bajo el poncho. Es curioso que ese grupo que relativizó la victoria ante Venezuela se agarre de la humillante derrota con resultado tenístico como si esa fuera sí, efectivamente, la realidad de la Selección.

Al margen de la capacidad concreta de los medios y periodistas de instalar temas y guiar opiniones, existe un conflicto real que subsiste desde la designación de Maradona y es el que refiere a la composición del resto del staff del seleccionado. Este problema lleva ya 5 meses sin solución.

La Asociación del Fútbol Argentino designó a Maradona como director técnico del seleccionado mayor pero, en una determinación sin antecedentes, no le permitió elegir a la totalidad de sus colaboradores. Vedado, se vio en la necesidad de acudir a un plan alternativo y designó a Miguel Ángel Lemme y Alejandro Mancuso como ayudantes de campo. Se cuestionó, entonces, las capacidades y méritos de éstos, sobre todo del ex mediocampista central por su relación de amistad con el entrenador. Pero el eje de la cuestión no debería ser ese. Javier Torrente y Claudio Vivas eran mucho menos conocidos en el ambiente del fútbol que Lemme y Mancuso, pero fueron los hombres que Marcelo Bielsa entendía eran los indicados para trabajar con él en su proceso al frente del conjunto argentino, entre 1998 y 2004. El tema central es el hecho de que a Maradona le hayan impedido armar su cuerpo técnico ideal.

Humberto Grondona, puesto como Subsecretario de Selecciones Nacionales por su padre, Julio Grondona, todopoderoso presidente de la AFA, le pegó a Maradona tras la histórica derrota paceña. Desde su impunidad filial espetó que lo ocurrido ante Bolivia “tiene que servir de experiencia”, que “hay que trabajar y no subestimar a los rivales” y que “sería importante que (Maradona) escuche a la gente con mucha experiencia”, ya que “sería muy tonto” no consultar a un técnico campeón del mundo. Así, con otras palabras aseguró que el DT nacional no trabaja, que menospreció las cualidades del combinado boliviano y le dio sustento a los rumores que hablaban de cortocircuitos con Carlos Bilardo. Diego se había opuesto públicamente a la designación de Humbertito luego de que le negasen la posibilidad de sumar a Oscar Ruggeri a su cuerpo técnico, a lo cual Grondona puntualizó que su hijo no tendría injerencia en la mayor sino en los seleccionados juveniles, lo que hace aún más desubicadas sus declaraciones.

La actitud de Bilardo tampoco ayudó. Tres días antes del partido ante Venezuela adelantó, con misterios, que en 10 días haría un anuncio importante, lo que alimentó distintas especulaciones. Pero la lealtad incondicional de Bilardo hacia Maradona, que lleva más de 25 años, impide pensar en cualquier especulación. Consciente del error por el revuelo que generaron sus palabras y en la búsqueda subsanarlo, el DT campeón en México 86 dio varias entrevistas en las cuales aseguró que “ni loco” renunciaría a su cargo. Además, le bajó el tono a su anuncio al decir que “se entendió mal” y que “no tiene nada que ver con el fútbol”, sino que se trata de tres cláusulas de su contrato “que se están estudiando, que se tienen que aceptar o no, pero no son nada grave”. Agregó que su relación con Maradona está “bien”, que hablan “siempre” y que Diego lo escucha, aunque aclaró: “Yo le digo lo que él me pregunta. Lo que no me pregunta, no. Yo no soy de estar encima. Vos al técnico no le podés decir nada”.

Su trato directo con presidentes de asociaciones y confederaciones y su relevante presencia en congresos mundiales de fútbol le dan a Bilardo las condiciones óptimas para ejercer el cargo ejecutivo de Director de Selecciones Nacionales para el que fue designado. Tal vez ayudaría a aclarar el panorama que el propio doctor explicase puntualmente cuál es su rol y sus tareas. Seguramente Bilardo podría, además, aportarle mucho a la selección en el plano estrictamente futbolístico, pero esa es una decisión que debe tomar Maradona sin ninguna presión ni condicionamiento, contrariamente a lo que ha ocurrido hasta ahora.

Si la AFA le ofreció la dirección técnica del seleccionado a Maradona es porque confía en sus condiciones, con lo cual no debería haber puesto ningún reparo a la conformación de su cuerpo técnico. Daniel Passarella y Bielsa sufrieron las interferencias de las oficinas de Viamonte 1366, pero las que afronta Maradona son todavía más evidentes. Los señalamientos discordantes de la prensa y el público están dentro de las reglas de juego a partir de las diferentes posiciones que se pueden tener. Pero que sea la AFA la que ponga trabas crea un escenario muy complicado. Diego deberá tener como entrenador la misma cintura que tuvo como jugador para eludir estas dificultades.
(Foto: Lanacion.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

jueves, 2 de abril de 2009

De la mano de Bielsa, Chile sonríe y reserva los pasajes para Sudáfrica

Acaso lo más difícil, en cualquier ámbito, sea cambiar estructuras de pensamiento. Cuando esa tarea apunta a un grupo, cuando de lo que se trata es de llevar un nuevo mensaje a un colectivo, el tiempo requerido suele ser mayor. A esa labor se arrojó Marcelo Bielsa cuando le ofrecieron -y aceptó- ser el entrenador del seleccionado chileno de fútbol, a partir de que su premisa era lograr un cambio de identidad respecto de lo que ha sido la historia del combinado trasandino. Lo logró prontamente a partir de un mensaje directo y un tremendo apego al trabajo. Consiguió entonces que el equipo busque ser protagonista en cualquier campo de juego, fortaleciéndose en lo grupal para suplir las carencias de talentos individuales. Iván Zamorano, en el podio de los mejores futbolistas chilenos de la historia, aseguró que "(Bielsa) le ha imprimido algo muy valioso al equipo, que es la credibilidad. Han ido a jugar a muchas partes del mundo y en todas partes es la misma idea: hay que ganar".

Chile supo antes de iniciar las Eliminatorias clasificatorias a Sudáfrica 2010 que sus competidores no serían Argentina, Brasil ni Paraguay, sino los restantes seis seleccionados nacionales. Ante esos rivales directos la Roja obtuvo 17 de los 24 puntos en disputa, varios de los cuales los consiguió de visitante: empató con Uruguay en Montevideo (2-2) y Santiago (0-0), le ganó a Perú en la primera (2-0) y en la segunda rueda (3-1) y también se impuso a Bolivia (2-0), en la Paz; Venezuela (3-2), en Puerto La Cruz, y Colombia (4-0), en el Estadio Nacional. Para llegar a los 20 puntos que acumula se dio el gusto de conseguir la victoria más deseada al vencer a Argentina (1-0) por primera vez en un partido oficial, lo que produjo el alejamiento Alfio Basile. Frente a sus competidores sólo perdió ante Ecuador, en Quito.

Con mucho menos material que Argentina y Brasil, Chile está tercero en la clasificación, un punto por debajo del Scracht y uno por encima de la albiceleste, con lo cual la posibilidad de que vuelva ser mundialista (su última presencia remite a Francia 1998), desde el proceso liderado por Bielsa, es muy concreta.

A partir de las diferencias políticas históricas que suelen existir entre países limítrofes y el correlato del recelo entre sus pueblos, la determinación de que un argentino se hiciese cargo de la dirección técnica de la Selección no fue bien recibida por el público chileno. Además, se sumaba la muy importante cifra estipulada en el contrato para Bielsa y su cuerpo técnico. Pero el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional, Harold Mayne-Nicholls, no cedió ante esos señalamientos y avanzó en la concreción del proyecto que entendía era el mejor para el conjunto nacional. El tiempo le dio la razón. Ahora, el titular de la casa matriz del fútbol chileno procura renovar el contrato del entrenador más allá de su expiración, en 2011, y aseguró que el costo que representa su salario y el de sus colaboradores es “una oferta de liquidación", em relación a su producción. En contrapunto con aquella oposición inicial, estas aseveraciones son hoy compartidas por todo el público futbolero trasandino.

En sus años de seleccionador argentino, Bielsa logró exponer su ideal de fútbol. Con verticalidad, vértigo, presión, disposición a imponer condiciones siempre y versatilidad táctica aquel conjunto albiceleste ganó un marcado reconocimiento a nivel mundial. Siempre buscó maximizar la jerarquía individual a partir de una sólida estructura táctica. En el actual proceso en Chile el aspecto grupal le sirve para proteger a sus talentos y protegerse de su carencias.

En un amplio sector del público futbolero y de los medios de comunicación de Argentina, Marcelo Bielsa cargará siempre con la decepción que implicó la actuación del Mundial de 2002. Ante cualquier defensa al trabajo del rosarino, sus detractores, sin mayor análisis, expondrán como principal y acaso único elemento descalificador a su tarea la mala actuación en la Copa del Mundo de Corea y Japón. Pese a aquella frustración, ha dado comprobadas muestras de sus capacidades como entrenador y por eso Chile, pese a sus limitaciones, se encamina al Mundial del año próximo. Sería muy bueno que el fútbol argentino pudiera recuperar en el futuro a un profesiona de su categoría.
(Foto: Reporterodigital.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

miércoles, 1 de abril de 2009

Histórica y dolorosa derrota

En el estadio Hernando Siles de La Paz, por la 12º fecha de las Eliminatorias Sudamericanas clasificatorias para Sudáfrica 2010, Argentina sufrió la que bien podría ser considerada como la peor derrota de su historia, al caer 6 a 1 ante Bolivia. La imagen del segundo tiempo de los jugadores deambulando por la cancha y del entrenador, Diego Armando Maradona, con las manos cruzadas debajo de la espalda, la mirada perdida y la boca sellada es la triste síntesis que quedará de un partido que será recordado por siempre.

La Selección careció de todo. Fue un equipo estático, sin reacción, tácticamente huérfano y anímicamente descorazonado. Se trató de un compendio de errores conceptuales y técnicos, con horrores en defensa y la imposibilidad de generar juego, o, aunque más no sea, una serie de pases sucesivos fructíferos. Argentina fue un equipo desconectado, que dejó muchos espacios libres, lo cual es letal en la altura.

Con los antecedes al respecto, el cuerpo técnico argentino optó por permanecer en Santa Cruz para contrarrestar las dificultas físicas que se sabe acarrea jugar a 3.600 metros sobre el nivel del mar y ascendió a La Paz un par de horas antes del encuentro. De todas maneras, Maradona no se refirió a la altura antes del partido ni la puso como excusa una vez consumada la derrota, sino que en la conferencia de prensa que brindó, con el evidente dolor en el rostro por la terrible goleada, se refirió a la clarísima superioridad. “No hicimos absolutamente nada”, reconoció también el DT, que significó que “cada gol de Bolivia era un puñal en el corazón”.

Pese al derecho inobjetable que le asiste a Bolivia de ser local en La Paz, como es potestad de cada asociación afiliada a la FIFA elegir en qué ciudad del territorio de su país juegue su representativo, es indudable que la altura produce malestar en quienes no están habituados a la vida en esa geografía. Tal vez debería evaluarse si la opinión del cuerpo médico no debería ser preponderante para jugar en estas condiciones; es decir, si no es mejor ir con los futbolistas físicamente más aptos para soportar los efectos de la altura aunque esto implique poner en cancha un equipo con menor jerarquía al que pudiera conformarse en las circunstancias habituales.

Si bien la defensa de Maradona a que Bolivia jugue en La Paz fue loable, cometió un gran error como entrenador si no tuvo en cuenta el factor altura a la hora de plantear el partido de ayer. La mala planificación del encuentro explica la derrota y la altura define la goleada.

Una derrota en La Paz era previsible, si se tienen en cuenta las implicancias de jugar en La Paz, la importancia que le asignaba Bolivia al partido –que muy lejos de poder clasificar al Mundial no puso a sus mejores figuras el pasado fin de semana ante Colombia para reservadas para el choque ante el equipo de Maradona- y la falta de buenos resultados de Argentina en estas Eliminatorias jugando fuera de Buenos Aires: como visitante sólo le ganó a Venezuela y cosechó apenas 5 puntos de los 18 posibles. Sin embargo, el calibre de una caída lacerante, de una goleada vergonzante, provocó un estrépito feroz.

Así, como no podía esperarse de otro modo, el 6 a 1 en contra tuvo una gran repercusión en la prensa deportiva de todo el globo. Esta derrota debe ponerse en su justa medida: quedará para siempre en los anales del fútbol argentino y mundial, pero no es definitoria de cara a la clasificación del elenco nacional para el Mundial del año próximo, donde se descuenta su presencia.

El 6 a 1 ante Checoslovaquia en la Copa del Mundo de 1958, el 2 a 2 ante Perú que implicó no estar en México 70, el 4 a 0 del Mundial de 1974 ante la Holanda mágica, el 5 a 0 ante Colombia que obligó a penar en un repechaje ante Australia 15 años atrás y el empate 1 a 1 ante Suecia que marcó la eliminación en la primera ronda del Mundial de Corea y Japón fueron resultados negativos más trascendentales que esta derrota ante Bolivia. Pero por lo abultado del marcador y la talla del rival esta bien puede considerarse la peor derrota de la historia. Se trató de una experiencia dolorosa, un cachetazo tremendo para la riquísima historia del fútbol argentino, pero cuyos efectos no deberían ser significativos.
(Foto: Ole.com.ar - Reuters)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com