viernes, 23 de mayo de 2008

Campeón sin fronteras

Si se echa una mira hacia atrás, sin demasiada minuciosidad, veremos que hubo grandísimos jugadores a los cuales los títulos le fueron una suerte esquiva; por ejemplo, Claudio Paul Caniggia. En contrapunto, estuvieron quienes con muchas más limitaciones llegaron a ser campeones del mundo, y aquí evitaré la antipatía de hacer nombres. El caso de Carlos Tévez tiene la particularidad de conjugar las partes positivas de estas dos premisas: es un enorme jugador que, pese a su juventud, dio ya muchas vueltas olímpicas.

Multicampeón local e internacional en Boca, su conquista de títulos continuó en Brasil con el Corinthinas y ahora en Inglaterra agregó, en su primera temporada en el poderoso Manchester United, el doblete: Premier y Champions Legue. Lugar que pisó, lugar en el que fue campeón. Es cierto que esto no ocurrió en su desembarco británico en el West Ham, pero la hazaña de haber evitado el descenso en las últimas fechas gracias a sus goles significó alcanzar el campeonato que buscaban en Upton Park.

Bien vale la pena detenerse en su última conquista, la Copa de Campeones de Europa. Haber sido titular, completar los 120 minutos de juego y convertir su penal en la definición dejan de manifiesto una actuación muy positiva. Pero lo es aún más si se pormenoriza en ciertos aspectos. Sir Alex Ferguson determinó su inclusión desde el inicio en el partido más importante del año para los Red Devils y en los primeros 45 minutos logró con su movilidad preocupar al Chelsea. Así tuvo dos claras opciones de gol. En el complemento, con el partido 1 a 1, priorizó la lucha por sobre la habilidad para buscar quebrar el esquema defensivo del equipo londinense y así contó con una chance de marcar al ingresar al área por izquierda y sacar un fortísimo remate que se fue muy cerca del palo derecho. Ya en el tiempo suplementario, entre piernas cansadas y cabezas pasadas de revoluciones, mostró su entereza física y su tranquilidad mental para ser, otra vez, como en el primer tiempo, el causante de las mayores preocupaciones del equipo dirigido por el israelí Avram Grant. En ese mismo tiempo extra, el delantero argentino plantó bandera en el único encontronazo colectivo que tuvo el partido: terminó costándole a él la tarjeta amarilla, lo que significó una nimiedad comparada con la expulsión del extraordinario atacante marfileño Digdier Drogba.

Tal vez lo más significativo entorno a su actuación se vio en dos decisiones que demuestran el reconocimiento de Ferguson a su capacidad y valor agregado. En primer lugar, a la hora de buscar una variante en el ataque optó por mantenerlo en cancha y sacar a Wayne Rooney, el niño mimado del fútbol inglés, y, posteriormente, le dio la responsabilidad de abrir la serie de penales. Con toda la carga de emotividad, adrenalina y presión que implica esa situación, a sabiendas que no sólo lo observaba la multitud que colmaba el estadio Luzhniki de Moscú, sino que eran millones los que estaban atentos a él desde las pantallas de todo el mundo. Tevez convirtió su disparo con potencia y precisión, una demostración de su seguridad, aplomo y jerarquía.

Renovar desafíos y encarar cada uno de ellos con el temple, la garra, la entrega inclaudicable y la calidad que lo caracterizan, parecen ser su combustible. Está entre los futbolistas más destacados del planeta y lo consiguió desde un destino que parecería ser hostil para los argentinos; lo mismo que en Brasil, donde terminaron por adorarlo. Temperamento y carisma suelen ser un pasaporte al éxito, y si el agregado es talento y una competitividad voraz entonces el resultado será un ganador íntegro, el resultado será Carlos Tevez.
(Foto: Clarin.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

martes, 20 de mayo de 2008

De sueños con ayudas y pesadillas

La historia implica la concreción de una ilusión, la materialización de un sueño tantas veces soñados, por eso la sonrisa y la emoción son las respuestas que brotan naturalmente. El muchachito hombrea bolsas de granos junto a su padre en los silos de la localidad entrerriana de Villa Elisa. Pero un día, dispuesto a darle pelea a la vida y quebrar el destino impuesto, parte liviano de equipaje a la gran ciudad. Decide que será con una pelota que forjará su historia. Y un día, menos de dos años después de haber dejado la modesta casa que compartía con su mamá y sus cinco hermanos, tiene el debut cinematográfico, el que miles de pibes sueñan pero sólo un puñado de privilegiados ven hacerse realidad.

El protagonista de esta historia es Ricado Noir y su historia tiene un azaroso padrino: el árbitro Carlos Maglio. Dentro de algunos años podría haber contado que el día de su debut en Primera vio la tarjeta roja a los 19 minutos de haber ingresado. Pero gracias a Maglio la historia será que debutó nada menos que en un Boca-Racing, en la mismísima Bombonera, que ingresó promediando el segundo tiempo, que convirtió un gol agónico para la victoria xeneixe y que tuvo, posteriormente, su domingo de gloria mediático. Claro Noir no es la culpa de las carencias técnicas de Maglio y sus lagrimas tras el gol anotado exponen su candidez y su todavía lejanía de los vicios del fútbol profesional.

Maglio perjudicó a Racing al otorgarle a su rival dos goles viciados de nulidad. El primero por mano de Chavez y, además, off-side de Paletta, autor de la conquista; el segundo por haber sido anotado por un jugador que debió ser expulsado 10 minutos antes por una patada artera. No conforme con la visión de algunos periodistas sobre su tarea, el lungo réferi cometió el peor error al querer justificar sus equivocaciones opinando sobre el desempeño de uno de los contendientes del choque en el cual debió impartir justicia. Entonces, dijo algo así como qué pretendía Racing si no cruzó la mitad de la cancha. Habrá que esperar para saber qué sanción recaerá sobre Maglio, aunque se da por descontado que a Horacio Elizondo seguramente no lo consultarán.

Está claro que Racing no se encuentra en la posición de padecimiento que ocupa por Maglio. Pero lo cierto es que en una instancia de quiebre se vio gravemente perjudicado. A lo largo de todo el Clausura diversos fallos arbitrales han despojado de varios puntos. La viciosa rueda del fútbol argentino da y quita: en 2001 los errores de los árbitros favorecieron el título tan esperado, en 2008 los fallos son en contra para acrecentar los mismo temores que conocieron 25 años atrás.

Por su parte, sin eufemismos y adjudicándose un cargo que no tiene, Fernando De Tomasso, responsable de la empresa que gerencia el fútbol profesional del conjunto de Avellaneda, con el índice de su mano derecha amenazante y tono de violento dijo: “mientras yo sea presidente, a Racing nadie le toca el culo”. Cabe preguntarse si Blaquiceleste S.A. no le hizo más daño a Racing Club que todos los malos árbitros del fútbol argentino juntos.

Para completar el caótico cuadro, desde la AFA, siempre atentos a sacar provecho de todas las situaciones, el otro crítico de Julio Grondona y hoy jefe de medios de la entidad madre del fútbol argentino, Ernesto Cherquis Bialo, leyó un comunicado a la prensa en el cual expresaba la posición del Jefe de apoyar las sociedades civiles en detrimento de los capitales privados para que sean los socios quienes elijan a sus representantes para conducir los destinos de un club. Si bien el gerenciamiento en Racing lleva 7 años esta proclama de principios aparece recién ahora.

Una vez más queda expuesta la realidad del fútbol argentino en una pintura con todos los colores y matices, desde la inocencia y llanto emocionante de Noir hasta la fría, calculadora y nefasta lógica de la casa matriz del fútbol albiceleste.
(Foto: Lanacion.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

sábado, 17 de mayo de 2008

De hipocresías y otras yerbas

Muchas veces una problemática determinada, una realidad compleja, se condesa en un hecho. De esta manera, aparece claro el trasfondo al que comúnmente sólo se pude acceder desde un compendio de razonamientos. La situación protagonizada en estos días por Oscar Ahumada, mediocapista de River, respondió a estos parámetros para convertirse en uno de esos momentos en los cuales un acto puntual desnuda y deja a la vista la mugre que se pretende esconder bajo la alfombra.

El temperamental futbolista expresó en una nota radial haber sentido un potente silencio en el Monumental cuando San Lorenzo anotó el primero de los dos goles que eliminarían a River de la Copa Libertadores, y echó nafta sobre esa incandescencia al asegurar que recordaba el aliento de la parcialidad xeneixe en algún clásico que en la Bombonera los millonarios ganaban 2 a 0. Esa fue la mecha para dejar expuestas con crudeza las miserias que abundan en el fútbol argentino. A partir de entonces, hipocresías, demagogias, chantajes y otras conductas coparon la escena.

Por un lado están los técnicos y jugadores que suelen legitimar una de las múltiples caras de la violencia al decir que quien paga una entrada tiene derecho a insultar. Pero como eso de poner la otra mejilla nunca se llevó bien con el mundo de la pelota, entonces la agresión que baja desde las gradas puede tener su respuesta de los protagonistas, como en este caso Ahumada. Y por supuesto del otro lado se recoge el guante y un puñado de hinchas de River se juntan en la puerta de la vivienda del jugador para repudiarlo. Eso sí, para reclamarle a la impúdica dirigencia de River por los favores a los violentos o las increíbles ventas a grupos inversores no dirán presente, ya que el análisis no va más allá de las declaraciones de Ahumada, de si juega o no Ariel Ortega, de los cambios de Simeone, de un gol o de que la pelota pegue en el palo. Y la Comisión Directiva agradece esa ceguera selectiva de y le aplica una multa económica a Ahumada, quien retruca y advierte que si le meten la mano en el bolsillo hablará sobre los manejos de la directiva en cuestiones de pases de jugadores. ¡Chan!. Aguilar y los suyos se estiran el cuello de la camisa con el índice y optan por dejar la sanción en suspenso. Así, varios de los eslabones que componen el ámbito del fútbol vernáculo se ponen en evidencia.

Pero por una lógica cuestión de escalafón parecería ser claro que no les caben las mismas responsabilidades y obligación a hinchas, futbolistas, técnicos y dirigentes. Ocurre que cuando las torpezas y los malos manejos chorrean desde lo más alto de la pirámide se crea una situación caótica como la hoy domina a nuestro fútbol. En tanto los máximos responsables continúen priorizando un negocio destructivo, los protagonistas prosigan legitimando las peores prácticas y los estadios sigan siendo el sitio de catarsis de las problemáticas sociales, todo continuará enmarañado y sucio.
(Foto: Ole.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

lunes, 12 de mayo de 2008

Coyuntura y estructura de los problemas en River

La sufrida victoria como local ante el vapuleado Gimnasia de La Plata, le permitió a River mantener la punta del torneo Clausura y evitar así una estrepitosa caída al infierno futbolístico luego de haber habitado desde el inicio de la temporada en el edén de los triunfos. Castigado y cuestionado, sólo le queda una camino: obtener el título local y que la Copa Libertadores no sea alzada por Boca (por ser Boca) o San Lorenzo (por D`Alessandro y Ramón Díaz, sobre todo). Pero en cualquier circunstancia, los socios deberán -de una vez por todas- apuntar sus reclamos no a técnicos y futbolistas, sino a los dirigentes que propiciaron el derrumbe institucional del club. La falta de resultados positivos es reflejo y se explica desde la conducción.

En apenas una semana, la derrota en el superclásico y la fatídica eliminación copera ante el San Lorenzo de Ramón Díaz produjeron un fuerte golpe. El último fin de semana evitó una situación aún más problemática al vencer a Gimnasia y mantener –junto con Estudiantes, también eliminado de la Libertadores en octavos de final- el liderazgo del Clausura. La crisis futbolística ocupa los primeros planos y relega a la institucional, mucho más grave por ser la madre de todas las desagracias de River.

La caída ante Boca había mostrado a un equipo, como nunca antes dirigido por Diego Simeone, alejado del arco rival. En tanto, la derrota internacional se dio en el marco de un partido que quedará en la historia, ya que con una victoria parcial 2 a 0 ante un rival con 9 hombres asistió impávido a la reacción del conjunto azulgrana para igualar el marcador y decretar la clasificación de los Forzosos de Almagro. Pero eludió un escenario de catástrofe al mantenerse en lo más alto del certamen doméstico, no sin el sufrimiento de que el alicaído Lobo platense le haya convertido dos goles y estrellado cuatro pelotas en los postes en el primer tiempo. En tanto, agazapado, José María Aguilar y sus compinches de Comisión Directiva de seguro agradecen por lo bajo que la furia se centre en el desempeño del equipo y no en un club tomado por los violentos, en las escandalosas ventas express o en los mágicos cierres de los balances.

Desde lo deportivo, la caída de River se presta a una multiplicidad de análisis que permiten enfocar la actualidad desde distintas aristas. Podrá cuestionarse a Simeone (como lo comenzó a hacer sin piedad el sector de la prensa que lo atacó desde sus comienzos como DT y lo estaba esperando con el cuchillo bajo el poncho) y señalar que el nerviosismo que muestra al borde del campo de juego se transmite a sus dirigidos, que planteó desacertadamente el partido en la cancha de Boca o que el cambio de Augusto Fernández ante San Lorenzo no era por Rosales, sino por un jugador para manejar y tener la pelota. La tranquilidad que mostraba en Estudiantes y el acierto en los reemplazos para cambiar el destino de un encuentro o cerrar una victoria parecen haberse invertido para Simeone y lo que ayer fue elogio hoy es crítica. Por otro lado, estarán los que cargarán las tintas en la responsabilidad que le cabe a los futbolistas millonarios por no haber dado la talla en el clásico y por haber permitido el agrande de San Lorenzo para una eliminación que será un karma a lo largo de los años. Y tampoco faltarán los que apuntarán a un destino ya marcado que refiere a la flaqueza mostrada en muchas ocasiones por River ante choques cruciales.

Pero son pocos y los hacen de modo esporádico, los hinchas y socios que le reclaman a los responsables máximos de este momento: la dirigencia encabezada por Aguilar. Que River no haya clasificado a los cuartos de final de la Copa Libertadores en un encuentro que le será estigmático, es una circunstancia propia de la imprevisibilidad que hace del fútbol el deporte más apasionante del mundo. Pero que acumule 4 años sin títulos es una causalidad que se explica desde la nefasta conducción del club. River vive hace tiempo el período de mayor crisis institucional desde sus orígenes: tribunas dominadas por los violentos apañados y financiados por dirigentes, grupos inversores que compran jugadores con carteles luminosos de oferta que sólo ellos ven para luego multiplicar ganancias en pocos meses, adquisición sobrevaluada de futbolistas, un Monumental deteriorado y un club vallado son algunas de las principales características de este River. Rodrigo Palacio juega en Boca hace 3 años y medio ¿cuánto hubiera tardado Aguilar en vendérselo a un trío de empresarios amigos? Si en los últimos años Aguilar logró hacer lo que hizo pese al sequía de títulos, estremece pensar cómo hubiese actuado con el paraguas que da ganar campeonatos, instancia en la que los fervientes seguidosres ven todo como un paraíso.

Así, la crisis futbolística se explica desde la estructura dirigencial, la cual deprimió a un club de la calidad y el peso de River al más triste presente de su historia. Entonces, es lógica la ausencia de festejos en los últimos 16 torneos disputados. Llegará el momento en el cual los dueños del club, sus socios, se den cuenta que el problema no está en los efímeros jugadores ni en los distintos técnicos, ni en los triunfos o derrotas. Cuando entiendan que el vaho que los fermenta viste traje y corbata, River comenzará su reconstrucción.
(Foto: Infobae.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

lunes, 5 de mayo de 2008

Pelear en dos frentes es posible

Obtener simultáneamente la liga local y el máximo certamen continental ha sido una excepción tanto para los equipos europeos como para los sudamericanos. El doblete es el mayor desafío. En lo que respecta a los clubes argentinos, ninguno logró hasta el momento enhebrar festejo doméstico y consagración en la Libertadores. Newell´s acarició la hazaña en dos oportunidades: dirigido por Yudica se quedó con el campeonato 87/88 y perdió en la final copera ante Nacional de Montevideo, mientras que bajo el mando de Bielsa logró el Clausura 92 y cayó en el otro plano, por penales y en Brasil, ante el legendario San Pablo de Telé Santana.

Ocurre que, al menos en los últimos años, los equipos argentinos pocas veces apuntaron a dar batalla en los dos frentes. Se instaló la modalidad de reservar los mejores recursos para el ámbito internacional y afrontar con lo que quede (en algunos casos jugadores de gran calidad, cuando se cuenta con un planel amplio) la competición de fronteras adentro. Gallego en River intentó afrontar con todo las dos competiciones y se quedó con las manos vacías, mientras que la máxima de Bianchi fue apuntar sólo a Libertadores, obteniéndola con esta receta tres veces con Boca y una con Vélez. El éxito del Virrey terminó por establecer como una verdad revela concentrar todos los esfuerzos en el plano internacional. La presión mediática hecha carne en los hinchas, es también un elemento que pesa muchísimo en la elección. Esta modalidad, le trajo a equipos modestos posteriores penas para mantenerse en la máxima categoría.

Lo concreto es que a seis fechas del final del Clausura, comparten el liderazgo River, Estudiantes y San Lorenzo, mientras que Boca se ubica apenas un punto por debajo. Los cuatro se encuentran en plena disputa de la Libertadores, a la espera de los partidos de vuelta de los octavos de final. Los cuatro, contra lo que está instalado, pelean copa y campeonato. Millonarios y santos se eliminarán, con lo cual será al menos uno el que siga dando pelea en los dos frentes y podrán ser tres si Boca y Estudiantes (que se enfrentarán el próximo fin de semana por el Clausura) avanzan en sus choques de vuelta ante Cruzeiro y Liga de Quito, respectivamente.

En Inglaterra, cuando queda por disputarse sólo una fecha, Manchester United y Chelsea pelean cabeza a cabeza por la edición 2007/2008 de la Premier League. El duelo británico será internacional el 21 de mayo, cuando definan en Moscú al campeón de Europa. Tal vez ocurra que uno se quede con la Champinos y el otro disfrute de la consagración en la isla, con lo cual tampoco habría doble festejo. Pero lo importante es que tanto los dirigidos por Sir Alex Ferguson, como los del israelí Avram Grant dan muestra de la posibilidad de sincronizar éxito local e internacional. No puede dejar de mencionarse que esto es posible desde que el fútbol globalizado ha generado clubes con un poder económico brutal –como los dos británicos en cuestión- que les permite contar con algunos cracks a nivel mundial, con varios muy destacados futbolistas y otros muchos muy buenos o buenos.

En Brasil, este fin de semana Flamengo se coronó campeón del certamen Carioca y lleva una importante ventaja en su eliminatoria de copa, ya que venció al América 4 a 2 en México en su partido de ida por los octavos de final. En tanto, en México el Atlas de Brindisi también ganó como visitante su partido de ida 1 a 0 ante Lanús y es protagonista principal del torneo mexicano.

La programación de las ligas y certámenes europeos obligan a quien aspire a la doble consagración a pelear durante un año. En Argentina, para quedarse con el Clausura y la Libertadores hay que intensificar esfuerzos en un cuatrimestre. En organizaciones completamente diferentes, tiene tanto mérito el protagonismo en la vanguardia durante una temporada completa, como soportar el desgaste de tener que hacerlo en cuatro meses.

Pelear en los dos frentes es posible. Se debe estar en un alto nivel físico, metal y futbolístico para hacerlo. Evidente resulta que no es una tarea fácil, pero –pese a las estadísticas- tampoco es un imposible. Boca, River, San Lorenzo, Estudiantes, Manchester, Chelsea, Flamengo y Atlas dan prueba de ello.
(Foto: Espndeportes.com)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

jueves, 1 de mayo de 2008

El poder devora la capacidad

La situación se repite. Una persona proba, de reconocida capacidad, con una carrera forjada desde la acumulación de méritos, es convocada para desempeñarse en la función pública. Pero lo que tendría que ser celebrado, contrariamente, invita a la preocupación por el porvenir de quien se entiende será fagocitado por las viciosas estructuras del poder. En esta situación se encuentra Horacio Elizondo por el proceder de la organización del fútbol argentino.

Actualmente, el ex árbitro mundialista encargado de dirigir el partido inaugural y la final de la última Copa del Mundo se desempeña al frente de la Dirección de Formación Arbitral. Desde su cargo, concluida la 12º fecha del torneo Clausura pidió que se parara a una serie de árbitros, entre ellos Gustavo Bassi por su mal desempeño en Racing-Tigre. Pero desde la AFA se le dio un cachetazo al doblar la apuesta: designar a Bassi para dirigir el superclásico.

El periodista de radio Continental Matías Canillán, pilar del equipo liderado por Víctor Hugo Morales, fue quien comenzó a dar a conocer públicamente la situación en la cual quedó encerrado Elizondo. Así se supo que se pretendía designar a Bassi para el choque entre los dos gigantes del fútbol argentino no por sus méritos, escasos por cierto, sino por la trivialidad de estar cerca del retiro. El lobby fue efectivo y el Colegio de Árbitros de la Asociación del Fútbol Argentino, a cargo del nunca árbitro Jorge Romo, le regaló a Bassi su primer y último Boca-River.

Lo cierto es que la herida asestada a Elizondo ya no tiene cura. Si da un paso al costado merecerá, como en otros casos, el elogio de la renuncia por abandonar un lugar desde el cual no puede modificar el status quo, pero quedará golpeado por el modo en el que se lo utilizó. Mientras que si se permanece en su cargo quedará desdibujado y perderá parte de su prestigio y credibilidad por aceptar los desatinos impuestos desde Viamonte 1366.

La AFA elige a Bassi antes que a Elizondo. La AFA elige a Romo antes que a Elizondo. La AFA elige todo lo que le permita fortalecer sus tentáculos antes que a personas como Elizondo. En su momento se lo convocó no por su capacidad, sino porque era útil, porque momentáneamente era un paraguas a los constantes problemas con los réferis. Ahora, cuando Elizondo pretende modificar las estructuras actuales, cuando busca romper para mejorar, entonces deja de ser una pieza refractaria de críticas para convertirse en una piedra en el zapato. La AFA no lo quiere a Elizondo, a fin de cuentas esto no deja de ser otro elogio más a su tarea.
(Foto: Infobae.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com